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DE REOJO

Broncano


Hay un cómico y comunicador en alza y se llama David Broncano. No es nuevo en nuestras pantallas pero lleva unos meses que va acaparando la atención y demostrando su madurez, su manera especial de afrontar el humor en estos tiempos, con una espigada figura, una manera de hablar muy genuina, quizás algo mejorable con unas buenas sesiones de logopedia, destaca por una cierta distancia ante cualquier ocurrencia, maledicencia o barbaridad que se le ocurra. Y se le ocurren muchas que nos adentran con la vaselina del humor en situaciones comprometidas y  políticamente incorrectas.

Se ha convertido poco más o menos en la imagen del canal #0, pronúnciese “cero” como se dedican a recordarnos en sus promociones, y tiene programa propio y colaboraciones, la más señalada la semanal en “Late Motiv”, de Andreu Buenafuente, y es ahí  donde sucedió un acontecimiento que parece formar parte de un cuento y es que la noche del martes se produjo un incidente que creo le va a consolidar definitivamente: un virus dejó a Buenafuente con afonía grave y lo sustituyó de manera inmediata. Y lo hizo entre bien y muy bien.

Sustituir a Buenafuente es una tarea imposible. Es el gran comunicador de la trasnoche televisiva actual, una personalidad consolidada, por lo que Broncano tuvo que utilizar todos sus recursos, llevarse la entrega a su terreno, seguir la estructura y añadir su impronta. Y creo que lo logró con nota. No fue fácil. No era fácil, pero fue una entrega digna. Y una manera de entender que su presencia constante en la SER, su programa “Locomundocero” con sus socios Quequé y Ricardo Castella, nos anuncian un tiempo dominado por unos cómicos que nos deben hacer disfrutar de una televisión cargada de humor inteligente que es el paquete básico del canal cero.