Michael Albasini logró la victoria ayer en la llegada en descenso de Eltziego de la segunda etapa de la Euskal Herriko Itzulia para confirmar que Neil Stephens es un lince en la estrategia que permite al Orica conseguir más victorias en el World Tour que otros equipos que tienen presupuestos muy superiores.

Conocedor de la llegada en bajada, el director australiano afincado en Oiartzun señalaba en la entrevista concedida a ETB que su baza para la etapa de ayer era Albasini y el suizo supo aprovechar el descenso previo a la recta de la meta para entrar en la última curva con ventaja sobre Michael Matthews y el líder no pudo confirmar el pronóstico y se tuvo que conformar con la cuarta plaza al ser superado también por Richeze y De Bie. Valverde y Kwiatkowski se metieron en el sprint para entrar entre los diez primeros y evitar el corte y para ganar con sus puestos la ventaja de las referencias en la crono de Eibar.

Con la victoria de Albasini, el Orica lograba la decimoquinta victoria de la temporada sin tener ninguna estrella. Ocho de ellas las ha logrado en el World Tour, las cinco primeras de Ewan al sprint en el Tour Down Under y Abu Dhabi. Simon Yates ganó en París Niza y en Lizarra y Impey se impuso en la Volta.

En el World Tour y Euskal Herria

Es un caso único porque es un equipo que suele sumar más victorias en el World Tour que en carreras de menos nivel. Apunta a las mejores pruebas con opciones diferentes y siempre responden. Ya en su primer año en 2012 ganó 15 carreras en el World Tour y once en el resto del calendario y el pasado sumó diecisiete en la élite y solo nueve en otras carreras. Además colocó a Chaves en el podio final del Giro y de la Vuelta y a Adam Yates en la cuarta plaza en el Tour después de que en sus primeros años acusara la falta de corredores para grandes vueltas y para la alta montaña.

Además Stephens aprovecha su conocimiento de las carreteras vascas para lograr muchas victorias en Euskal Herria. Ha ganado en la Itzulia seis etapas al sprint en seis participaciones y además se impuso en la clásica de Donostia con Adam Yates en 2015, en Ordizia con Teklehaimanot en 2013 y en Lizarra el pasado sábado con Simon Yates. También ganó con Keukeleire la etapa de la Vuelta con final en Bilbo del año pasado.

Además acostumbra a ganar sin trabajar demasiado. En Lizarra dejó todo el trabajo a Movistar y se llevó el premio y ayer hizo algo parecido al ceder la responsabilidad al Sunweb.

Escapada de los invitados

Hasta los últimos kilómetros la segunda etapa siguió el guión de la primera con una escapada en la que entraron los dos equipos continentales profesionales invitados, Caja Rural y Cofidis, con Fabrizio Ferrari y Luis Ángel Maté. Además Igor Antón y Yoann Bagot siguieron la pelea de la primera etapa por el maillot de la montaña, que el corredor del Cofidis mantuvo con un punto sobre el de Galdakao, que pasó tercero los dos puertos de la etapa tras la escapada. Mas reforzó su liderato de las metas volantes que no pelea el Cofidis.

Primer contacto con la montaña

La Itzulia cambia de tercio hoy con la primera etapa de montaña que llevará a los corredores de Gasteiz al Bulebar de Donostia con 160,5 kilómetros y seis puertos. La salida será a las 13.10 en Mendizabala y se suben Udana (3ª, km.50), Mandubia (2ª, km.75), Santa Ageda (1ª, km.94), Alkiza (3ª, km.113), Andazarrate (3ª, km.150) y Mendizorrotz (3ª), la subida a Igeldo desde Orio, que se corona a diez de meta. Desde Mandubia apenas hay terreno llano entre los puertos y entre todo ellos sobresale Santa Ageda, 8,6 kilómetros al 6,7% en el que la dureza mayor se encuentra en su parte inicial.

Es un recorrido propicio para algún equipo con escaladores para alejar a alguno de los contrarrelojistas. Porque no hay terreno para recuperar y puertos como los de Alkiza o Andazarrate, sin ser duros, podrían ser considerados de Segunda y el encadenamiento de subidas, si se hicieran a un ritmo fuerte, podían distanciar a alguno de los favoritos. J.I.