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JO PUNTUA

Desenchufarse de la necropolítica


Los estados se rearman al servicio de los buitres del imperio. Un nuevo impulso a la industria armamentista en el camino hacia la barbarie. La riqueza jamás estuvo tan concentrada. Las conciencias tan secuestradas. Los pueblos tan desarmados, tan desangrados. El miedo se siembra y da sus frutos en las estampidas de seres desorientados que alimentan las fauces del fascismo. Nunca los estados estuvieron tan privatizados y las democracias tan corrompidas. La razón imperial se reproduce y se vende como el único antídoto contra los genocidios que ella misma provoca.

Mientras las hordas mudas de televidentes enferman de impotencia y confusión, aferradas como náufragos a una existencia precaria en lo material y en lo identitario, ahogándose en el miedo a vivir, condenadas a ser muertos vivientes, atiborradas a pastillas para perdurar.

Han convertido su performance publicitaria en la única realidad posible. Hoy toca escenificar una posible «Tercera Guerra Mundial» cuando esta ya se instaló tras la Segunda, siendo una guerra basada en la necropolítica, es decir en la máxima del poder según la cual unas (pocas) vidas tienen valor y otras (la mayoría) no. Su necropolítica de la guerra sigue imparable hacia la entropía y el genocidio global.

Mientras, los «estados democráticos y sociales de derecho» secundan las atrocidades, cierran sus fronteras a la vez que dilapidan su soberanía para entregársela a los señores de la guerra, incrementando los presupuestos en «defensa» al servicio del complejo militar-industrial. Mientras, los televidentes y pantalla adictos contemplan lo que se les muestra como irrefutable e inevitable, sin saber, que su liberación pasa por apagar los aparatos, por desconectar el corto circuito instalado en sus cerebros que les hace vivir una realidad que otros les han programado. Es tan fácil ser libres. Se trata de perder el miedo, de no colaborar, de desobedecer, de desenchufarse para comenzar a dejar de ser esclavos voluntarios. ¿Ni eso somos capaces de hacer?