El presidente de EEUU, Donald Trump, advirtió a su homólogo de Corea del Norte, Kim Jong-un «que se porte bien» poco después de que el vicepresidente, Mike Pence, que se encuentra de visita en Seúl, avisara a Pyongyang de que «no ponga a prueba la determinación» de Trump frente a los programas balísticos y nucleares norcoreanos.

Pence insistió en que «todas las opciones están sobre la mesa», sumándose al intercambio de declaraciones provocadoras y demostraciones de fuerza entre Pyongyang y Washington de la última semana.

Corea del Norte intentó el domingo sin éxito lanzar un nuevo misil a la vez que EEUU ha desplazado a la península de Corea el portaviones 'Carl Vinson', escoltado por tres buques lanzamisiles, y una «armada» de submarinos.

Aunque Washington afirmó el domingo que tratará de abordar la cuestión de forma pacífica y con la colaboración de China, Pence recordó las últimas exhibiciones de fuerza del Ejército de EEUU en el bombardeo de una base militar en Siria y en el lanzamiento de su «megabomba» en Afganistán.

«El mundo ha sido testigo de la fuerza y determinación de nuestro nuevo presidente durante operaciones llevadas a cabo en Siria y Afganistán. Corea del Norte haría mejor en no poner a prueba su determinación, o la potencia de las fuerzas armadas de EEUU en esta región», señaló. El número dos del régimen norcoreano respondió el sábado que su país está listo para «responder a una guerra total con una guerra total» y «a cualquier ataque nuclear con un ataque nuclear a nuestra manera».

EEUU, que tiene desplegados a 28.500 soldados en Corea del Sur, «aniquilará cualquier ataque y opondrá una respuesta aplastante y eficaz ante cualquier utilización de armas convencionales o nucleares», afirmó ayer el vicepresidente de EEUU.

Pyongyang advierte del riesgo de «guerra total»

«Si EEUU se atreve a optar por una acción militar la República Popular Democrática de Corea está lista para reaccionar a cualquier tipo de guerra que desee EEUU», aseguró el embajador adjunto del país ante la ONU, Kim In Ryong. Kim afirmó que el despliegue de fuerzas en la región que lleva a cabo el Gobierno de Donald Trump está «empujando la situación hacia el borde de una guerra». Acusó a Washington de querer aplicar a su país la misma doctrina que a Siria. «Esto ha creado una situación en la que una guerra termonuclear puede desatarse en cualquier momento», insistió. Igualmente, el director general de Organizaciones Internacionales de Corea del Norte, Kim Chang-min, aseguró a Efe que «se ha creado una situación extremadamente peligrosa en la que nadie puede prever cuándo va a quedar fuera de control y a derivar en una guerra total». Añadió que Corea del Norte no responderá como Siria, «que no tomó ninguna medida después de haber sido atacada» y que, al igual que Washington, también tiene «todas las opciones sobre la mesa». GARA