GARA Euskal Herriko egunkaria
liga femenina

Araski se merece un colofón por todo lo alto


Aunque la web de Lacturale Araski titule la previa de esta noche con un llamativo y guerrero «Mendizorrotza quiere más», hay que ser honestos y reconocer que lo más probable es que Lacturale Araski ponga punto final a la temporada. La baja de Roundtree pesó toneladas en el partido de Girona, y es que las gasteiztarras no tienen un recambio como la ala-pívot norteamericana.

No es cuestión de espantar a la gente. Lacturale Araski merece que esta noche, a partir de las 21.00, Mendizorrotza se llene hasta la bandera, por mucho que Teledeporte ofrezca el choque en directo. Y si pierde, cosa que no debiera extrañar a nadie, no sería un drama ni una decepción, sino un fin de fiesta que echa el telón ante Spar Citylift Girona, un conjunto pensado para pelearle los títulos a Perfumerías Avenida y jugar la Euroliga. Si eso no es un colofón por todo lo alto, que baje Dios y que lo vea.

Mucho más que animadoras

Las gasteiztarras han sido algo más que las animadoras de la Liga Femenina 2016/17. Sin pedir invitación ni permiso, por sus propios medios, se han colado en la parte noble de la competición en su año de debut en la élite, siendo este un club modestísimo en lo presupuestario y que hace un año, con el ascenso deportivo ya cosechado, hacía números porque la élite no es barata.

Y sin embargo ha supuesto un éxito en gestión de recursos. En primer lugar, por su capacidad de pescar con limitados recursos: la citada Margaret Roundtree –procedente del Ibaizabal de Galdakao–, Marta Tudanca –la gasteiztarra, a sus 27 años, juega por primera vez en su vida en Gasteiz–, Roselis Silva o Gisela Vega –que llegó en sustitución de una Vanessa Gidden que procedía de Girona y Perfumerías Avenida–. Sería difícil acertar más.

Pero el principal aplauso de Araski lo merecen las jugadoras nacidas en su seno. Arrate Agirre, lesionada antes de la Copa pero esencial en el ascenso, la iruindarra Irati Etxarri, un dechado de descaro que, a sus 18 años, se destapó en la Copa, Laura Velasco, Laura Pardo o Ane Aldalur; jugadoras todas ellas que han aportado más que lo que dicen los números. Todas ellas dirigidas por una Madelen Urieta que a sus 35 ha demostrado ser una maestra con la pizarra y a la hora de sacar chispas a un equipo con un reconocible estilo.

Si gana, Araski prorrogará su gran temporada. Pero si pierde, aunque duela, no merecerá menos que un aplauso y una apuesta de verdad para que su proyecto siga haciendo soñar a la gente.