Reciclaje

Muy al contrario que Donostia, San Francisco, con una población de 840.000 habitantes, recicla el 80% de su basura. Al parecer, es el espejo donde se miran algunas metrópolis del mundo. En 1989 aprobó una ley para ir reduciéndola de una manera progresiva y se ha marcado el objetivo de basura cero para el año 2020. Más cerca, en algunos pueblos de Gipuzkoa, los datos son similares a los de la ciudad californiana. El 2027 es el año en el se extenderá a toda la población de Navarra la obligatoriedad de separar la basura orgánica, descartando otros métodos insalubres y diluvianos, propios del siglo pasado.

Son algunos ejemplos de una política respetuosa con el medio ambiente, avanzada y responsable. En Donostia vamos para atrás, como los cangrejos, ya que únicamente el 28% de los hogares posee la tarjeta de acceso al contenedor del orgánico y no todos ellos la utilizan. Desgraciadamente, todo parece indicar que el Ayuntamiento no está por la labor de impulsar la recogida selectiva, vista la pasividad con la actúa, puesto que su interés está puesto en el macroproyecto de Zubieta, proyecto que, como es obvio, provocaría un descenso de dichos índices.

Estamos muy lejos de los objetivos que marca la Unión Europea para el año 2020, es decir, que se recicle el 60% de la basura reciclable y a años luz de los datos de San Francisco. ¡Muy lamentable!