25 AVR. 2017 CICLismo Un podio y un maillot para avalar la cantera del Eiser Oskar Malatsetxebarria acabó tercero en Markina Xemein y Alain Ramírez es el líder del Torneo Euskaldun. Joseba ITURRIA El Eiser Hirumet consiguió el sábado en Markina Xemein el primer podio de su historia con el tercer puesto de Oskar Malatsetxebarria y ocupa el liderato del Euskaldun con su único élite, Alain Ramírez. Dos éxitos que premian la dimensión alcanzada este año por el equipo tras la unión entre dos clubes, Punta Galea y Duranguesa, para dar salida juntos a los ciclistas que suben de sus conjuntos juniors. Josu Atxotegi, presidente de la Duranguesa, explica a GARA que «decidimos unir fuerzas para dar salida a nuestras dos canteras y tener más presupuesto. En el ciclismo vasco cada uno está metido en su cueva y no puede ser. Debemos colaborar los diferentes equipos. De siete corredores, este año pasamos a 16, 12 vizcainos y 11 de nuestras canteras. Todos menos Oskar. No quiero un equipo con 16 corredores y 15 de fuera. Queremos dar oportunidad a la cantera, aunque por nuestra relación con su ciclismo tenemos dos ingleses, Elliot Redfern y Max Williamson, ganador de una etapa y la general de la Vuelta a Pamplona, y por la del Punta Galea con el colombiano llegó Nicolás Sáenz. Además está al sudafricano Jaco Pelser, que vive en Otxandio en casa de un director. Solo se les paga el alojamiento». «Una gran satisfacción» Alain Ramírez fue cuarto en la primera carrera de Zumaia y es el líder del Euskaldun y Malatsetxebarria logró el sábado el primer podio. Resultados que para Atxotegi representan «una gran satisfacción porque no tenemos favores políticos como otros equipos, la mayoría de patrocinadores son privados con mucha gente joven empujando». De cara al futuro destaca que «tenemos otro año seguro y los patrocinadores están contentos, damos muy buena imagen y para dos-tres años el proyecto está asegurado sin lugar a dudas. Este tenemos aseguradas las vueltas a Bidasoa, Navarra, Zamora y León, pruebas potentes, y saldremos fuera en junio al Tour du Beaujoulais cerca de Lyon, al Tour of Reservoir en Inglaterra con equipos continentales, la carrera mas dura de todo el año, y a tres clásicas belgas. Somos el único equipo que no es de los potentes que salimos fuera». Han preferido estas salidas internacionales a la Copa de España, con la pena que las invitaciones de Aiztondo, Balenziaga y Santikutz son para los dos equipos guipuzcoanos. Lamenta que haya tantos conjuntos fijos en esa Copa: «Tenemos más nivel que algunos de esos equipos. El año próximo igual sí que podemos correr la Copa de España, dependerá de los corredores que tengamos. Si tenemos tres elites fuertes la intención es correrla». Agradece «la ayuda de los patrocinadores. Somos una familia, se trabaja bien y tenemos muy buen ambiente entre los chavales y eso se nota. A ver si el domingo en Lazkao eso nos da para defender el liderato del Euskaldun. Alain ya fue quinto el domingo en Cuéllar tras caerse y llegar con la bici de repuesto y en Durango hizo el 14º con gente de mucho nivel. Mantener el maillot sería la leche». Malatsetxebarria corrobora ese buen ambiente del equipo: «Estoy muy contento. Desde el primer momento hemos hecho un buen grupo de amigos. Ya nos conocíamos de antes porque la mayoría somos vizcainos y los de fuera se han adaptado bien. La temporada va bien, el equipo da buena imagen en todas las carreras corriendo juntos y estoy agradecido porque confían mucho en mí, en alguna carrera más que yo. El sábado jugaron mi baza en el sprint e hice tercero y eso para Eiser es muy importante y bonito». «Quiero disfrutar haciendo vida normal» Oskar Malatsetxebarria (Munitibar, 1995) es una de las bazas del Eiser en su cuarto año sub’23 tras tres en el Baqué en los que fue tercero en Laukiz en 2015 y segundo en Gernika y cuarto en Bermeo en 2016: «Vi el momento de cambiar de equipo», explica. Se define como «un corredor rápido. No subo muy bien, pero sufro y en un grupo de 30 puedo aguantar. El objetivo es ganar alguna carrera y, cuando se pueda, ayudar a otros compañeros en su terreno. Pasar a profesionales está muy difícil para un corredor como yo al que le cuesta subir adelante. Quiero disfrutar en aficionados haciendo vida normal. Me sacrifico, pero sin obsesionarme, sin dejar de vivir la juventud», dice un corredor que decidirá a final de año si seguirá porque «al ser élite, tienes que estar centrado. No es fácil pasar sin correr al inicio de año en el Euskaldun y la Copa de España es dura, con 16 horas de coche en dos días para correr una carrera». Lo conoció el año pasado, cuando Oskar o Malax, vio los problemas que genera su apellido: «En pruebas de la Copa de España no acertaban al decirlo nadie».J.I.