10 MAI 2017 MANOMANISTA Beñat Rezusta, el triturador de mitos y estereotipos El zurdo de Bergara es el primer zaguero en seis años que disputa unas semifinales, Patxi Ruiz, el último campeón, cayó ante Irujo en 2010 en Eibar. Jon ORMAZABAL Rompió con el prototipo de zaguero grande y torpón con sus ligeros movimientos de dantzari; decían que un zaguero zurdo nunca tendría sitio en profesionales y hace apenas un mes se caló la txapela del Parejas siendo considerado como el mejor pelotari del torneo; luego comentaban que, jugando con una sola mano, su herramienta no aguantaría el ritmo de competición y no solo es el zaguero referencia de la actualidad, sino que lleva en torno a año y medio sin suspender un partido por mal de manos, siendo un fijo en todos los campeonatos y grandes compromisos... La última es que los zagueros no tienen sitio en el Manomanista actual y el domingo Beñat Rezusta luchará en Eibar por jugar la final del individual en toda la cancha, algo que un compañero de los cuadros largos no consigue desde que Barriola perdiera la de 2008 ante Oinatz Bengoetxea. Habría que irse otro lustro hacia atrás, hasta 2003, para dar con la última txapela conseguida por un zaguero, en este caso Patxi Ruiz, que se impuso tras un larguísimo campeonato, con liguilla de semifinales incluida, y varios aplazamientos por la lesión de Aimar Olaizola, rival del de Lizarra en la final. Curiosamente, en aquel año fueron tres zagueros, el propio Patxi Ruiz, Abel Barriola y Rubén Beloki, los que disputaron la fase previa a la disputa de la txapela. Seis años de sequía Desde esa edición, han sido solo tres, esos mismos, los zagueros que han conseguido meterse entre los cuatro primeros, Barriola (2007 y 2008), Beloki en 2006 y 2009) y Patxi Ruiz (2005 y 2010), siendo este el último en hacerlo, con lo que Rezusta ha puesto fin a seis largos años de sequía. Y de ninguna manera se puede decir que lo de este año sea una casualidad o algo de generación espontánea, pues el de Bergara lleva mostrando sus cualidades de Manomanista prácticamente desde su debut. Así, en 2014 se caló la txapela de Promoción tras imponerse en la final a Ibai Zabala por un contundente 22-10. Un año después cayó ante Irujo en cuartos tras haber dejado en la cuneta a otro campeón como Xala. El año pasado cayó ante Artola en octavos de final. ¿Será Irribarria el siguiente mito en caer?