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El euskara da un paso de gigante y UPN responde con sus fobias en Zizur

Mientras más de 40 ayuntamientos han decidido pasar a formar parte de la «zona mixta» aprovechando la puerta que les brinda del Parlamento, UPN responde solicitando que se declare «zona no vascófona» el pueblo donde está la mayor ikastola de Nafarroa.


De todo el paquete de medidas que está aplicando el Gobierno del cambio en materia lingüística, quizá la más exitosa haya sido la más tibia de todas, la ampliación de la «zona mixta» que se producirá aprovechando la aprobación del nuevo Decreto del Euskara a través de una enmienda. Más de 40 pueblos han decidido sumarse a la iniciativa, varios de ellos muy importantes. En particular, pasarán a la Zona Mixta dos nuevas cabezas de comarca: Zangoza y Tafalla. De este modo, cuatro de las cinco capitales de Merindad serán ya de la «zona mixta» y solo faltaría la capital de Erribera, Tutera, que seguirá dentro de la «zona no vascófona».

La importancia de estar en una zona u otra ha quedado un tanto deslavada desde que el Gobierno tomara la decisión de abrir líneas en euskara en la «zona no vascófona». Además, la mayoría de los Ayuntamientos han decidido pasar de la vascófona a la mixta a modo de parche. Es decir, mientras no llegue una ley que uniformice el uso del euskara en todo el territorio. En líneas generales, pasar a la «zona mixta» conlleva pocas obligaciones y, más que nada, supone reconocer que hay vascoparlantes en la localidad, lo que les permite tener derechos. Hasta ahora, el principal derecho era el de que los niños tuvieran derecho a estudiar en euskara en un modelo público, aunque hay algún elemento más como el de que el Ayuntamiento adquiere el compromiso (no la obligación) de dirigirse a ellos en euskara y el de admitir que se dirijan a él en esa lengua, siempre con el apoyo de los servicios de traducción del Gobierno navarro.

Ahora bien, UPN entiende que la puerta se ha abierto en las dos direcciones. Como su poder municipal ahora es casi nulo, el único lugar en el que tiene mayoría como para salir de la mixta a la «no vascófona» es la Cendea de Zizur (que ha crecido enormemente con la cercanía de la universidad del Opus como gran atractivo). Esto equivaldría a decir que no hay ya euskaldunes en el pueblo. Y eso es harto difícil de sostener, pues en Zizur se encuentra la ikastola más grande de todo Nafarroa: San Fermín. Tiene 1.576 alumnos y medio siglo de historia.

La decisión de UPN se anunció de sopetón el pasado fin de semana y en la ikastola les pilla todavía con el pie cambiado. Pilar Vicente, directora del centro, confiesa que «no hemos tenido tiempo de analizar qué consecuencias puede tener para nosotros que se tome esta decisión a nivel de conciertos educativos y todo lo demás». La directora asegura que «a nadie se le podía ocurrir que en una localidad de Iruñerria se iba a dar un paso como este. Sobre todo con todas las persona que han aprendido euskara aquí».

A la espera de qué suceda en Zizur, el valle de Atez también explora su propia vía lejos del foco mediático. Ellos ya están en la mixta y, sin embargo, los valles de su alrededor son «zona vascófona» y ahora Atez quiere igualarse con ellos «mientras se mantenga la actual ley». Ezekiel Martín, concejal de Atez, explica que «sobre todo afectará a los perfiles de funcionarios y a que la relación de la población con las instituciones en euskara sea más garantista».

 

EH Bildu critica que el Gobierno reduzca el contenido del nuevo decreto

El gran problema que tiene el actual gobierno navarro con el euskara es que no hay consenso sobre cómo regular su uso. En el Acuerdo Programático aparece entre los puntos de discordancia. Como no hay base para una nueva ley, se va a regular a través de un nuevo decreto, de ahí que sea tan importante el contenido de ese texto. Ayer, EH Bildu anunciaba que el compromiso con el euskara se había rebajado mucho desde la última vez que vio la redacción del decreto. «Se ha quedado muy corto», explicaba el parlamentario Dabid Anaut. Según relató, se han retirado compromisos y se han sustituido con intenciones. Asimismo, criticó la puntuación del euskara para acceder a puestos administrativos y pidió al Gobierno mayor «valentía».