06 JUIN 2017 CRÍTICA «La promesa» El amor en tiempos de barbarie Koldo LANDALUZE Cineastas como Atom Egoyan (“Ararat”,2002), Fatih Akin (“El padre”, 2014) y recientemente Robert Guédiguian en “Una historia de locos” han abordado el genocidio armenio desde una óptica casi intimista. Este trágico episodio obviado por buena parte de la comunidad internacional y que señala a Turquía como ejecutora de la deportación obligada y el asesinato indiscriminado de más de un millón y medio de armenios, sigue inspirando producciones que pretenden sacar a la luz pública lo que aconteció desde 1915 hasta 1923 a manos del imperio otomano dirigido por el partido denominado “Jóvenes Turcos”. En esta oportunidad, “La promesa” pretende seguir la bienintencionada estela de los filmes citados anteriormente en su intento por hacer que el silencio se perpetúe en torno a este cruento episodio histórico pero falla estrepitósamente en su envoltorio. Teniendo presente que esta superproducción fue respaldada por el magnate de origen armenio Kirk Kerkorian y que en su principal objetivo figuraba hacer que el mensaje se expandiera al máximo, se ha optado por un estilo ampuloso, enraizado en los arquetipos del melodrama que combina romance y épica que tan bien manejaba el maestro David Lean. Lamentablemente, Terry George no es Lean y si bien topamos en su filmografía proyectos tan destacados como “Hotel Rwanda”, en esta ocasión sus buenas intenciones han sido sepultadas por ese tipo de historias que para tener mayor empaque incluyen un romance a tres bandas y aspiran a ser más grandes que la vida misma. Oscar Isaac, Christian Bale y Charlotte Le Bon son los encargados de dar forma a un triángulo sentimental que nace en mitad de una barbarie y que, al igual que ocurría en “El paciente inglés”, incluye el respaldo sonoro de Gabriel Yared. En cuanto a su empaque visual, quizás lo más logrado, destaca la fotografía de Javier Agirresarobe.