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Bidasoa Irun

Granollers manda a los de Cuétara de vacaciones


GRANOLLERS 31

BIDASOA-IRUN 29


Se acabó la temporada para Bidasoa-Irun. Fraikin Granollers fue un rival demasiado duro para el cuadro guipuzcoano, y ni los 10 goles de Odriozola y los 7 de Borragán impidieron su eliminación. La gran actuación del guardameta vallesano Álamo, y los importantes goles de Figueras, Cabanas, Silva o Cañellas fueron demasiado.

El único que pudo terminar la jornada con una sonrisa fue el técnico Jacobo Cuétara, que recibió la confirmación de que dirigirá a Bidasoa-Irun hasta 2020, dos años más de lo que estipulaba su anterior contrato.

En lo que respecta al partido, fue el primer choque de cuartos de final de la Copa que se disputa en el Palacio de los Deportes de León, y esa condición de «teloneros» hizo que ambos conjuntos tardaran unos 10-15 minutos en empezar a ver portería. Con Zubiria a gran nivel en la portería, Bidasoa-Irun llevó el mando en el primer cuarto del partido, con Odriozola dando las primeras pinceladas de una actuación individual brillante.

Pero en el bando catalán fueron desatascándose de a poco. En primer lugar, porque Álamo daba perfecta réplica bajo los palos, y porque los lanzamientos de nueve metros de Silva comenzaban a hacer daño en la retaguardia guipuzcoana. Más aún, la primera mitad terminó de la forma más sorprendente, con un gol desde el centro del campo del vallesano Porras, que dejaba el marcador en 17-13 en tiempo de descanso.

Un parcial decisivo

Con todo, el cruce entre catalanes e irundarras se iba a decidir en la segunda mitad. Borragán, muy certero desde la línea de siete metros, y Odriozola aguantaban el tirón de Granollers, hasta el punto de que Bidasoa-Irun se arrimó 26-24, y con posesión de balón.

Pero el ataque de los de Jacobo Cuétara acabó con un tiro desviado, y entre Cabanas, Figueras y Cañellas, los vallesanos volvieron a estirar la renta con un parcial de 4-1. El 30-25 fue una desventaja ilevantable para los de la bahía de Txingudi, que en todo caso no cejaron en sus intentos de remontada.

Pero Álamo había dicho que basta, y a Bidasoa-Irun, pese a ponerse a defender a toda cancha, se le agotó el tiempo.