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Detenido el opositor ruso Navalny en una jornada de protestas


El opositor ruso Alexeï Navalny y casi un millar de sus partidarios fueron detenidos ayer en otra jornada de movilizaciones antigubernamentales en todo el país, en la que miles de rusos salieron de nuevo a las calles para denunciar la corrupción. La ONG rusa OVD-Info indicó que al menos 770 personas fueron detenidas en Moscú y unas 200, en San Petersburgo, según un balance provisional. Horas antes, había informado de un centenar de arrestos en ciudades de provincia, desde Vladivostok hasta el enclave de Kaliningrado pasando por Norilsk y Sochi.

«Putin está en el poder desde hace 17 años, y no piensa irse. Ha usurpado el poder, hay una total ausencia de sociedad civil en el país, los tribunales no funcionan, la corrupción se ha convertido en sistema», denunció Alexandre Tiurin, uno de los manifestantes en Moscú.

Navalny, que espera presentarse frente a Vladimir Putin en las elecciones presidenciales, fue detenido a la salida de su domicilio cuando se dirigía hacia la manifestación no autorizada en la avenida Tverskaya, amplia vía que conduce al Kremlin, y compareció ante el juez por la tarde.

La concentración había sido autorizada en el noreste de Moscú, pero Navalny decidió unas horas antes desplazarla a Tverskaya, donde se habían organizado actividades de animación relacionadas con el día festivo. La Policía advirtió que «toda provocación perpetrada por los manifestantes será considerada como una violación del orden público», pero los manifestantes respondieron a la convocatoria del opositor.

EEUU condenó «contundentemente la detención de cientos de manifestantes pacíficos en toda Rusia».