Como pórtico del Congreso que arranca hoy en el Palacio Euskalduna, ELA organizó ayer un seminario con el título “Europa: crisis y alternativas”, que tuvo lugar en el Paraninfo de la UPV-EHU, en Bilbo, con doble sesión, de mañana y tarde. Aprovechando que son muchos los representantes internacionales que han respondido a la invitación del sindicato vasco para asistir a su cónclave, ELA ha querido aprovechar la ocasión para ampliar el debate sobre el pasado, el presente y el futuro de la Unión Europea.

En la jornada vespertina se comentó especialmente el caso de Grecia, con la crisis de la deuda, la llegada al poder de Syriza, las reformas implantadas por el Gobierno de Alexis Tsipras, muchas de ellas impuestas por los acreedores internacionales. Pudieron explicar el tema como conocedores directos Zoé Konstantopoulou –la expresidenta del Parlamento heleno que abandonó Syriza tras la firma del memorándum– y el economista Eric Toussaint –fundador del Comité para la abolición de las deudas ilegítimas (CADT)–.

En el programa matinal se incluyó la intervención de Laura González de Txabarri, responsable del área Internacional de ELA, para analizar la evolución del modelo europeo desde la óptica de «la degradación de los derechos laborales y sociales».

Por su parte, Txiki Muñoz tenía previsto cerrar la jornada en el espacio reservado a las conclusiones. Hoy le corresponderá abrir el XIV Congreso Confederal de ELA, puesto que, junto a Amaia Muñoa, presentará el informe de gestión elaborado por el Comité Ejecutivo.

Además, se homenajeará a los «artesanos de la paz» implicados en el desarme de ETA.

«Más políticos que nunca»

El secretario general de ELA insistió ayer en que, en estos momentos, los sindicatos «deben ser más políticos que nunca» dado lo «terriblemente desequilibrado que está el mundo» y «lo mal que lo está pasando mucha gente». En una entrevista en Radio Euskadi de la que se hizo eco Efe, Muñoz defendió el ejercicio sindical desde una «perspectiva política» frente a las críticas de algunos partidos y, en alusión al PNV, afeó que «ellos políticamente decretan reformas laborales y recortes, y, además, te dicen que te calles».

El candidato a la reelección comentó también que la política «no es un monopolio» y que «no hace falta estar constituido como partido para opinar». En referencia directa al Gobierno de Iñigo Urkullu, afirmó que este «intenta fumigar todo lo que no controla».

En un contexto marcado por los acuerdos entre el PNV y el PP, y el apoyo jeltzale a los presupuestos del Gobierno de Mariano Rajoy, Muñoz incidió en que el Ejecutivo de Urkullu lleva a la práctica una política neoliberal, que incluye recortes en servicios básicos como la educación, y además pretende que el movimiento sindical «lo acepte y dé por hecho que no se puede hacer otra política».

Entre otras cuestiones, también hizo referencia a la evolución socioeconómica en Euskal Herria, destacando que «las desigualdades crecen aún más» mientras los líderes políticos «se mantienen en su autismo» y «lo polarizan todo hacia el fraude en la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), que está cifrado en un uno por ciento, y no hablan de los más de 3.000 millones de euros de fraude fiscal».