De gatos, ratones y otras mascotas

Ganadora del Premio al Mejor Guion en el último Festival de Sitges, la nueva película de Carles Torrens puede interpretarse, fuera de la pantalla, como otra muestra del excelente estado de salud del que ahora mismo hace gala el cine de género a la española. Y es que este joven director barcelonés no es ni el primero ni seguramente será el último artista que hace las maletas para responder a la llamada del siempre atractivo brain drain hollywoodiense.

La meca del cine va necesitada de talento fresco, lo cual puede ser sinónimo de foraneidad. Es en parte por esto que “Animal de compañía” se descubre como un film tan decepcionante. No importa la nacionalidad de los implicados: se impone la indefinición. Tras unas presentaciones de lo más prometedoras, el desarrollo de la trama se asienta más y más en lo errático. Una deriva que surge del constante cambio de roles de sus protagonistas, quienes pasan de reos a carceleros (y viceversa) en un abrir y cerrar de ojos. El clásico juego del gato y el ratón, con factor romántico-enfermizo por medio. Una idea atractiva desde el guion, sí, pero lastrada por una dirección que se siente enjaulada tanto en el terror como en la comedia negra.