Apoteosis

Las imágenes y la propaganda del congreso del PSOE son una clara manifestación de la volatilidad del pensamiento político. Escucho, veo, leo asuntos sobre las primeras elecciones más o menos democráticas tras la larga noche de la dictadura franquista y me vienen recuerdos que me provocan sudoraciones frías. De eso hace cuarenta años. Escucho a unos periodistas de aquella época contar cómo sufrieron secuestro y torturas. Otro cuenta que sufrió amenazas por el simple hecho de entrevistar a Santiago Carrillo. Y nos dijeron que fue una transición modélica. Fue tutelada y de aquellas cesiones vienen estas corrupciones. Pero el triunfo de Pedro Sánchez sobre la parte más derechosa del partido zombi quieren convertirlo en una apoteosis de la asunción de una nueva izquierda. ¿Cuánto durará esta efervescencia? Hoy parece que todo sea posible, pero aparece en el organigrama Pachi López y eso no es buena señal de giro a la izquierda. Y el extremeño que tantos palos le dio en las primarias. Cambian de chaqueta con una rapidez inusitada. Y Susana está tan callada, tan modosa que da miedo. Aunque ella sola se marca goles en su propia portería: ha inaugurado en Ronda un hospital en el que no existe ningun ascensor donde quedan las camas. Una expresión rotunda de su eficacia. Los enfermos deberán bajar sedados andando por las escaleras a los quirófanos. O que los lleven en brazos los celadores.

No obstante las imágenes del incendio del edificio londinense donde se calcula que hay setenta desaparecidos además de los cadáveres ya recompuestos son impresionantes y angustiosas, y la actitud incomprensible de la presidenta May no presagia nada bueno. Tal falta de reflejos con un poco de entidad humanitaria le reportan broncas constantes. Se le acumulan los problemas. La apoteosis del mal.