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La tragedia de la torre Grenfell se vuelve contra May


El comandante Stuart Cundy, de la Policía Metropolitana de Londres, estimó ayer que los desaparecidos por el fuego declarado en la torre Grenfell están muertos, por lo que elevó la cifra de fallecidos a 58, incluidos los 30 ya confirmados el viernes. Cundy advirtió de que el número de víctimas mortales puede aumentar mientras los bomberos trabajan en el edificio, que ha quedado prácticamente en ruinas por el devastador incendio.

La amplitud de la tragedia ha provocado la cólera de los familiares de las víctimas. Ayer todavía varios cientos se manifestaban cerca del 10 de Downing Street con pancartas con el lema «Justicia para Grenfell», en una protesta que se había convocado inicialmente para rechazar el acuerdo de los conservadores con el DUP del norte de Irlanda, pero que se convirtió en una denuncia de la gestión de la primera ministra, Theresa May, a la que achacan falta de empatía y humanidad, y hasta cobardía por no haberse reunido con las familias afectadas en su visita al lugar del siniestro. Ayer trató de compensarlo recibiendo a un grupo de víctimas y voluntarios que ayudan a los damnificados, además de anunciar una ayuda de unos 5,7 millones de euros para los afectados. «Demasiado poco demasiado tarde», afirmaron los manifestantes.

Ante la creciente indignación, May volvió al lugar del incendio pero fue recibida con gritos de rechazo.