Patty Jenkins y Gal Gadot: Las grandes mujeres detrás de los grandes estudios

Desde que Marvel Studios anunciara su “plan quinquenal” de estrenos, su gran rival en la conquista del trono de las superhero movies, la DC Entertainment, se quedó en el fuera de juego más angustioso. Donde en una casa había organización, en la otra había desorden. Los resultados no tardaron en reflejar dicha asimetría.

La pésima cosecha de taquillazos de 2016, tuvo su mayor exponente en el díptico de, precisamente, DC Comics. “Batman Vs Superman” y “Escuadrón suicida” fueron dos despropósitos que si bien rindieron en taquilla, no menos cierto es que pusieron en serio riesgo la viabilidad comercial a largo plazo de las adaptaciones cinematográficas de dicha factoría de cómics. Tocaba cambiar de rumbo. Tocaba replantearse muy a fondo la fórmula Christopher Nolan, base a partir de la cual se levantó la estupenda trilogía del Batman de Christian Bale, pero que ya no servía para seguir el ritmo ahora marcado por Marvel.

En estas que se pone sobre el tablero el personaje icónico de Wonder Woman, y se decide que su película en solitario va a estar dirigida por una mujer. La responsabilidad recayó en Patty Jenkins, quien no estaba al mando de un largometraje desde el año 2003... Se sucedieron las profecías más oscuras, así como la enésima y bochornosa explosión de trogloditismo misógino. Que si la aventura fílmica de la DC estaba acabada, que si no se podía confiar un proyecto de tal magnitud a una mujer (como suena)... Hasta que apareció Gal Gadot en la pantalla. Y se adueñó de ella. Y dejó clara su sintonía con Jenkins, cineasta que por lo visto, entendía mucho mejor que alguno de sus compañeros de profesión, que un buen blockbuster veraniego tiene que ser una mezcla equilibrada entre espectáculo y diversión. Para más información acudan a la pantalla (gigante) más cercana.