Koldo Mitxelena Kulturunea (KMK) de Donostia permanecerá cerrado durante dos años a partir de mediados de 2018 para llevar a cabo las obras de renovación y rehabilitación del edificio, que estará especializado en la promoción de sus fondos patrimoniales y se convertirá en un espacio de reflexión.

El diputado de Cultura, Denis Itxaso, y la concejala de esta área, Miren Azkarate, presentaron ayer el acuerdo alcanzado por ambas instituciones para continuar con la «convergencia» de la Biblioteca Central de Donostia, de gestión municipal, y de Koldo Mitxelena, de carácter foral, una vez que «por el momento» han «aplazado» la integración física de ambas en un solo inmueble.

Con un presupuesto de 6 millones de euros, las obras en el edifico que alberga KMK incluirán trabajos de mantenimiento y de accesibilidad, ya que la última reforma se llevó a cabo hace 23 años, así como intervenciones para ganar metros cuadrados. Para ello se ha planteado recuperar los patios laterales del edificio, explicó Itxaso. Indicó que ya existe una red de lectura pública y de préstamo «más generalista» que prestan las bibliotecas municipales, destinadas a un público más masivo, mientras KMK cuenta con volúmenes que, «por su especificidad», no se encuentran en otros espacios.

La intención de la Diputación es «repensar» el Koldo Mitxelena e «intensificar esa personalidad» de centro «más especializado» aprovechando sus fondos bibliográficos de literatura, pensamiento, filosofía, antropología e incluso, planteó Itxaso, «gestionar colecciones del Ayuntamiento de Donostia que seguirán siendo suyas pero que se les puede sacar más vida».