Raimundo Fitero
DE REOJO

Unanimidad

En el Parlamento español se produjo la otra tarde una votación por unanimidad. Es noticia. En el mismo voto, Bildu y el todo por España, los sanchistas y los de la banda, canarios y Rufián. ¿Qué sucedió para esta rara coincidencia de intereses políticos se produjera? Estaban votando para cambiar la manera de elegir al director general de RTVE. Y los medios de comunicación se han encargado de decirnos que es posiblemente una de las votaciones más trascendentales que ha ocurrido en los últimos tiempos.

Y toda esta grandilocuencia por dar un paso atrás, es decir desmontar la criminal actitud de la banda de Rajoy cambiando por decreto ley con su mayoría absolutista para poder nombrar directamente a la dirección del ente. Volver a reglamentos aprobados en esa misma cámara hace unas décadas y que propiciaron en los gobiernos de Zapatero que los servicios informativos de RTVE adquirieran una relativa credibilidad, se practicase una limitada apertura para que no fuera siempre y en todos los instantes la portavocía del partido en el gobierno como ahora sucede. Con profesionalidad competir con el duopolio. En lo aprobado por unanimidad dan tres meses dan al Ejecutivo para que ponga en marcha un sistema de elección por méritos y que se decida en el Parlamento el nombramiento. O sea, electrolisis. Todo muy bonito, todo ya superado por los hechos, con todas las contaminaciones posibles, porque de ahí debe emanar un consejo de administración que tiene representación estadística con los escaños obtenidos y simplemente por no querer abortar mi pensamiento, las componendas, las cuotas, pero esta vez entre más, se apoderará en breve de sus intestinos. Nadie se cuestiona si son necesarios y de qué manera y cómo estos medios gubernamentales que tienen su repetición en cada autonomía.