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TOUR 2017

El mejor salto de Roglic en la estación de Serre Chevalier

El antiguo campeón mundial junior de saltos de esquí logró la victoria en la etapa reina de los Alpes y Froome mantuvo el liderato.


Primoz Roglic (Lotto-NL) fue el más fuerte de la escapada y ganó la decimonovena etapa del Tour con final en Serre Chevalier, una estación de esquí en la que paradójicamente alcanzó su mayor éxito un esloveno que no pudo cumplir su sueño de ser saltador de esquí profesional y que en el ciclismo ha experimentado una progresión extraordinaria. En la lucha por la general Froome, Bardet, Urán y Landa distanciaron en medio minuto a Martin y Aru y Marcel Kittel, ganador de cinco etapas, tuvo que abandonar con el maillot verde tras una caída.

Fue una etapa en la que pasaron muchas cosas y en la que el protagonista principal fue Alberto Contador al cumplir con lo esperado y saltar en la Croix de Fer para enlazar con una escapada de una treintena de corredores en la que el Trek había metido a Gogl, Pantano y Mollema para preparar el ataque de su jefe de filas. Movistar también colocó a Castroviejo y Herrada con el mismo objetivo de trabajar para Nairo Quintana, pero el colombiano ha llegado muy justo al final del Tour tras el Giro y no pudo ni seguir el ritmo del madrileño.

Pantano y Mollema hicieron un gran trabajo para mantener viva la esperanza de la fuga, pero Contador tampoco está a su mejor nivel y no pudo seguir a Primoz Roglic en la ascensión del Galibier, donde se marchó en solitario para lograr su segunda victoria en dos participaciones en vueltas de tres semanas tras ganar la crono del Giro del año pasado.

El esloveno es un caso único en el mundo del ciclismo porque se dedicó a los saltos de esquí, modalidad en la que llegó a ser campeón del mundo junior por equipos en 2007 y hasta 2012 compitió en la Copa del Mundo sin lograr los éxitos que ha encontrado en el ciclismo.

Al año siguiente comenzó a competir en bicicleta en el Adria Mobil esloveno continental, en 2015 sorprendió al ganar la general del Tour de Azerbayán y el Tour de Croacia y el LottoNL-Jumbo lo fichó en 2016 y ya ganó una crono en el Giro. Este año su salto ha sido espectacular y no solo ha respondido en las cronos, también en la alta montaña. Así ha ganado la general de la Volta ao Algarve, dos etapas en la Itzulia, una en Romandía y el ZLM Toer y ayer fue el mejor escalador de un grupo en el que había corredores de gran nivel como Contador, Chaves, Pauwels o De Gendt, que no pudieron seguirle.

Froome respondió a los ataques

En la lucha por la general, la presencia de Contador en la fuga obligó al Sky a marcar un ritmo mayor del deseado para mantenerla a una diferencia de tres minutos. Eso unido a la fatiga que acusan Henao y Nieve en los últimos días provocó que Froome se quedara solo con Landa cuando quedaba mucho para coronar el Galibier. El líder recibió los ataques de Bardet, especialmente, y de Dan Martin, y respondió con solvencia. No es el Froome que dejaba a todos sus rivales años atrás, pero nadie puede dejarle ahora y juega con la ventaja de la crono que le queda en Marsella el sábado.

Aru cedió en la parte final y se formó un quinteto por delante con Froome, Landa, Urán, Bardet y Barguil. El colombiano ganó el sprint y la bonificación y se coloca segundo de la general. Llegaron a meta con medio minuto a Martin, Aru, Contador y Meintjes, que por primera vez se mostró superior a Simon Yates y recortó 1:30 y queda a 2:28 en la batalla por el maillot blanco. Además Barguil y Contador se colaron en un Top 10 del que sal&bs;ió definitivamente Nairo Quintana al llegar a 7:47.

El gran derrotado de la jornada fue Marcel Kittel, que sufrió una caída y tuvo que abandonar con el maillot verde y sin poder aumentar su récord de cinco victorias en el Tour. Matthews, que se metió en la fuga para ganar el sprint intermedio, logró el premio a su pelea diaria.

También abandonó Thibaut Pinot, sin poder recuperar el esfuerzo del Giro y enfermo, y al FDJ solo le quedan tres corredores: Cimolai, Le Gac y Molard.

Última opción para los escaladores

El Tour afronta su segunda y última etapa alpina hoy con final en el alto del Izoard, una subida de 14,1 kilómetros al 7,3% de media que los escaladores deberán intentar aprovechar para buscar unos síntomas de debilidad de Froome que no se han visto en los últimos días. El Izoard es un puerto en el que la dureza está concentrada en su segunda mitad porque en los últimos siete kilómetros el desnivel medio supera el 9% y eso que hay un pequeño tramo de bajada antes de encarar un último kilómetro al 10%. Antes, a 70 de meta, se coronará el col de Vars, una subida de 9,3 kilómetros al 7,5%.

Habrá que ver cual es la táctica y las fuerzas del Ag2r, porque ayer ningún corredor estuvo a la altura de Bardet en el momento decisivo de la etapa. Latour, que era 13º hasta ayer, perdió 39 minutos y nueve puestos en la general. El problema para todos los rivales de Froome es que el Sky tiene el mejor equipo para trabajar a pesar de que Nieve, y, sobre todo, Henao han bajado su nivel en las últimas etapas. Landa dijo ayer que se sintió peor que otros días, pero aún así aguantó a todos los rivales de su líder. Así es difícil plantear batalla, aunque los escaladores intentarán atacarle en su terreno. J,I,