La prueba del algodón
Los rojiblancos de Ziganda encaran un duelo de máxima exigencia ante un rival que cuenta sus partidos en casa casi por victorias.
Sus colores primigenios fueron el rojo y el blanco, pero hoy esas mismas franjas verticales las viste su máximo rival futbolístico, el Olympiakos, aunque esta noche en el histórico y legendario Apostolos Nikolaidi la visión rojiblanca que tendrá el Panathinaikos o PAO enfrente será la de un Athletic que se juega su crédito europeo en un partido de ida complicado, por el rival y por el enfervorizado público, en una noche ateniense que se presente muy calurosa. El trébol como icono inspirado en el atleta canadiense Billy Sherring, que enamoró a los aficionados locales cuando ganó el maratón de los Juegos Olímpicos de Atenas en 1906 mientras llevaba un trébol en su camiseta, frente al león bilbaino que quiere encarnar este Athletic de Kuko Ziganda.
Los vizcainos «están mentalizados» para el rival y el ambiente que les pueda esperar esta noche. Lo dijo ayer el técnico de Larraintzar, que solo confirmó la titularidad ya sabida de Iago. Si Williams, una de las dudas, estará de salida, no lo adelantó. «Para jugar de inicio sí está, no sé si para jugar los 90 minutos», matizó. Aseguró que solo piensa en el choque europeo y no en el próximo ante el Getafe el domingo, pero lo cierto es que son dos citas importantes para entrar con buen pie en la temporada. No se extendió demasiado el navarro en sus explicaciones sobre cómo encara el duelo, aunque sí que dejó claro que respetará el ADN del equipo y saldrá a «controlar» el encuentro. «Va a ser una bonita pelea, una bonita batalla deportiva por ver quién se impone. Nuestra mentalidad va a ser con la misma con la que salimos en Bucarest, tratar de controlar nosotros y jugar lo máximo en su campo. Pero ellos también sabemos que les gusta hacerlo, y más en su estadio. Se sienten protagonistas en su juego y ahí va a estar la batalla... A ver quién contrarresta mejor a quien», analizó la clave.
Oi Prasioni (Los verdes) del Pireo vienen de eliminar al Gabala azerí jugando con un 4-4-1-1, en un esquema donde destacan el sueco Guillermo Molins, el brasileño y exdelantero del Leganés Luciano Neves y el capitán del equipo, el portugués Zeca. Precisamente a este último fue a quien más destacó Ziganda, por su personalidad e influencia en su equipo, además de la contundencia de sus centrales o las cualidades de su lateral zurdo.
«Es un equipo fuerte sobre todo en casa, donde suma casi todo victorias. Ellos están acostumbrados a jugar en Europa y siempre tienen esa exigencia de ganar. Tendrán esa mentalidad y esa obligación también de pasar la eliminatoria», redondeó su valoración sobre el Panathinaikos, que con la llegada al banquillo de Marinos Ouzounidis a finales del pasado año, solo ha encajado tres derrotas en sus 23 partidos, con 14 triunfos, los dos últimos en la previa contra el Gabala. Números que avalan la peligrosidad del rival de unos rojiblancos que acuden a Atenas «siempre pensando que nos va a salir todo bien», en palabras de Ziganda. «Hemos pasado un puente, vamos a ver si pasamos otro. Confiamos en nosotros», insistió el entrenador, cuyo objetivo hoy pasa por marcar fuera de casa y si se gana, mejor.
Enfrente, Marinos Ouzounidis, que ha reflotado a un equipo griego en crisis, y que tiene claro que el Athletic, al menos en la ida, no es el favorito, ya que el Panathinaikos juega en casa, ante su afición, y eso les debe dar un plus como equipo aguerrido que son y con gusto también por el balón. «Hay que aprovechar sus debilidades», se refería a enfrentar a los leones y a esas «dos caras», una en San Mamés y otra a domicilio. Desde luego, avisa, no saldrán a la defensiva. «Hay que presionar. El Dinamo Bucarest les respetó demasiado. Nosotros tenemos que hacer nuestro partido». El que avisa no es traidor. El Athletic de Kuko Ziganda tiene su prueba del algodón.
«Una eliminación sería un palo duro»
«Son un equipo muy fuerte, con mucha responsabilidad con sus aficionados, que nos puede crear mucho peligro si no estamos enchufados», decía ayer Iker Muniain en rueda de prensa sobre el rival ateniense, ante el que «llegamos bien preparados, mejor que en la primera previa». Saben lo que hay en juego, sobre todo porque, como dijo el navarro, cuando caes como cayó el equipo en Chipre el curso anterior, «uno siempre está más alerta». Tampoco el ambiente del estadio del ‘Trébol’ debe ser un problema. «Su afición aprieta mucho, crean un gran ambiente que intentarán aprovechar, pero nos tenemos que desentender de eso. Estamos acostumbrados a partidos de alto nivel y preparados para ello», respondió. En cualquier caso, si algo tiene claro el de la Txantrea es que «una eliminación sería un palo muy duro para todos porque tenemos muchas expectativas en esta competición».J.V.