GARA Euskal Herriko egunkaria
JO PUNTUA

Oscurantimos


La primera causa de mortalidad es la medicina moderna». «Las vacunas son un timo». «El azúcar da cáncer». «La tierra es plana». Frases que me han dicho recientemente. Bueno la última la he leído en internet. Pero la incluyo para demostrar lo fácil que es mentir y porque el tierraplanismo es uno de esos delirios que dan la medida del punto al que hemos llegado. Que es grave.

Podemos decir que no y restar importancia al hecho de que comemos con miedo y renunciamos a tratamientos médicos seguros, a pesar de tener la mejor seguridad alimentaria y medicina de la historia. Pero estaríamos legitimando la anticiencia y no podemos hacerlo.

No podemos porque mientras aquí se dice que los retrovirales no son necesarios, todavía hay 6 millones de afectados por VIH en el mundo que no los pueden pagar. Los problemas de potabilización de agua matan al año a 3,5 millones de personas. La inseguridad alimentaria afecta al 19% de la población mundial. La mitad de los niños y niñas que mueren antes de los cinco años lo hacen por enfermedades que se pueden tratar.

Se libra una batalla y es la misma batalla de siempre, contra la oligarquía y el oscurantismo. Razones o supersticiones. Hay que elegir, dejar de hablar de lo que no sabemos y de creer a quien no debemos. No es lo mismo Dialnet que una cadena de WhatsApp o “Science” y Cuarto Milenio. Vivimos en un sistema complejo en el que tientan las respuestas fáciles y nada parece ni cierto ni imposible, pero ese sistema solo se puede transformar si se comprende. Debemos fomentar la fe en que se puede y se debe comprender, y en ese camino, todo lo que no sea verdad, estorba.

Desde la izquierda tenemos que rebelarnos ante las pseudociencias y las supersticiones y fomentar el conocimiento. Poner en duda herramientas como el método científico perjudica nuestros intereses. Renunciar al principio de realidad nos pone en peligro. El sueño de la razón provoca un monstruo. Y se llama dominación.