Secundarios

Casi todo lo que somos capaces de pensar y hacer tiene efectos secundarios, y en estos momentos, mirando el aburrimiento general que transmiten mis pantallas con el monotema, alucinando con los análisis post Diada que son sugerencias de una intervención de la OMS porque el gobierno de la banda, su banda, Inda, que es un piojo sin otra capacidad intelectual que su adicción a la sangre pringosa del poder instituido del que cobra y malversa, el servilismo y el matonismo, los afines y subordinados han entrado en fase de alucinación constitucionalista, que es una manera de beberse la democracia como absorbía el agua de una palangana aquel buen fascista y censor al que le dieron un Nobel, Camilo José Cela, por el culo.

Pero andaba rumiando cómo se va a desenredar esta trama al amparo de mi sobreexposición a las series más alambicadas que se están emitiendo en mis plataformas y me he quedado suspendido de la brocha: aparece el BBB insinuando que según cómo reaccione Rajoy con el 1-O, dependiendo de hasta dónde vaya a llegar en su borrachera de coacciones y autoritarismo, así puede ser el apoyo o no a los presupuestos de 2018 del PNV al gobierno de la banda. O sea, es una broma o es una amenaza, o es un postureo o es un brote de lucidez.  El portacoz del PP dice que no pasa nada. Pero de Hernando solo podemos esperar  escupitajos.

Por lo que para remediar la ausencia de esperanzas, nos quedamos con los rumores, con los supuestos, con los subtextos. Porque de aquí al primero de octubre vamos a estar en la montaña rusa de la información sesgada, de los amagos y de los considerandos judiciales. Y como casi siempre, si hay movimientos jurídicos de coacción, sin ninguna duda alguna hostia le caerá a la izquierda abertzale.  Atentos todos. Otegi sigue siendo usado como paradigma del mal.