El PSOE pide a Rajoy que dialogue, pero avala su escalada represiva

El PSC copó ayer los telediarios con su tradicional Fiesta de la Rosa, que Pedro Sánchez y Miquel Iceta aprovecharon para cerrar filas con la oposición al 1-O. Paralelamente, siguió el goteo represivo contra actos y carteles del referéndum, así como las noticias favorables para la convocatoria, como la encuesta que augura un 60% de participación.

«Lo llaman democracia y no lo es». Uno de los lemas que triunfó con el 15M fue utilizado ayer por el líder del PSOE, Pedro Sánchez, pero para arremeter contra el referéndum del 1-O. Lo hizo en la anual Fiesta de la Rosa que el PSC celebró en Gavà (Barcelona), donde más allá de volver a pedir a Rajoy más diálogo con Catalunya, no criticó ni una sola de las medidas represivas puestas en marcha por el Estado español. Los perseguidos, según Sánchez, no son 712 alcaldes advertidos por la Fiscalía, sino el centenar de alcaldes del PSC increpados a través de las redes sociales. «Resistid en defensa de la legalidad», clamó.

También se desfogó el primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, que calificó de «montaje» y «simulacro» la cita del 1-O. No habrá fisuras en el seno del PSC ahora, como sí las hubo en el 9N. Quien se sentía incómodo salió del partido entonces; ayer no hubo ni una sola deferencia hacia alcaldes o periodistas advertidos. «Solo pueden ganar si engañan a muchos. No hay que ir, así no, con nosotros no», remató Iceta en el que fue el acto más cercano a un mitin del No que veremos de aquí hasta el 1 de octubre.

Goteo represivo

Tampoco hubo referencias en Gavà al goteo represivo de baja intensidad que acosa numerosos actos a favor del referéndum, desde mitines a encarteladas, pasando por la actividad de las imprentas. Ayer la Guardia Civil incautó un nuevo alijo de 1.300.000 carteles y panfletos relacionados con el referéndum. Mientras tanto, elementos de las policías locales de diversos municipios interrumpieron actos de diversa naturaleza. Moià, Vic, Mollet, Mataró o Cerdanyola del Vallès son algunos ejemplos; en los dos últimos, los Mossos también participaron, por primera vez, en las identificaciones a los activistas. La guinda la puso, sin duda alguna, el golpista Antonio Tejero, el mismo que irrumpió pistola en mano el 23F en el Congreso de los Diputados, que en una carta exigió «un juicio comparativo entre el 23F y lo que está ocurriendo en Cataluña».

La persecución de actos y carteles, sin embargo, acostumbra a ser tomada con guasa y filosofía –la ANC convocó ayer mismo una encartelada masiva por las calles de Barcelona–, por lo que no sería de extrañar que la semana que hoy empieza depare un nuevo paso adelante en la escalada represiva. De momento, el ministerio de Hacienda de Cristóbal Montoro tomará hoy las riendas de las finanzas catalanas, en una acción que el Govern ha calificado de suspensión encubierta de la autonomía y que obliga también a empresas y autónomos a denunciar pagos sospechosos de la Generalitat. De hecho, ayer el vicepresident, Oriol Junqueras, anunció un recurso del que no cabe esperar un gran recorrido.

Junto a ello, en los próximos días empezaremos a ver a los primeros alcaldes declarando ante los fiscales. Y aunque entra en el terreno de la especulación pura y dura, ayer el Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, no descartó detenciones en los próximos días, incluida la del president, Carles Puigdemont. «Se podría considerar, porque el objetivo principal es impedir que se celebre el referéndum», aseguró en una entrevista en “El Mundo”.

En Madrid, por el 1-O

El principal apoyo al referéndum llegó ayer desde Madrid, donde el Teatro del Barrio, en Lavapiés, se quedó pequeño para acoger el acto sobre el derecho a decidir previamente prohibido por un juzgado. 500 personas siguieron desde la calle el acto en el que participaron, entre otros, miembros de Òmnium, ERC y CUP.

En el terreno de los hechos, el camino hacia el 1-O también siguió ayer su curso. Por ejemplos, con algunos obstáculos coyunturales, ayer finalizó el plazo para votar desde el exterior, algo que pudieron hacer todos los inscritos en el registro de la Generalitat. Queda concluida, por tanto, la primera fase de una votación que deberá culminar el 1 de octubre y para la cual ya hay encuestas. Según la publicada ayer por el diario “Ara”, el 60,2% del censo participará, del cual un 69,9% votará a favor del referéndum.

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