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DE REOJO

Zona cero


Ni se te ocurra decir aquello de que «ya os lo decía yo». Siempre pasa lo que suele pasar si no se pone consciente o inconscientemente una alternativa que varíe o transforme la rutina. Sí, estaba claro desde hace un buen rato: «Ya no estamos en la independencia, ahora estamos en la democracia». Se escucha, se recita, se proclama. Y entramos en palabras mayores, en declaraciones solemnes, en una táctica que se convierte en estrategia y viceversa. Claro, lo que se va a romper es más importante que lo que se va a conseguir. Defender la Democracia. Defender la Libertad.

«Es la Ley, es la Ley y no se la salta ni el Papa ni el Rey» se cantaba con sarcasmo en un espectáculo de La Murga en los años setenta.

Conflicto en abierto. Mensajes cifrados. Presupuestos aplazados en Madrid, con declaraciones en Gasteiz que vienen a confundir un poco más lo inconfundible.  El Gobierno español tiene un arsenal de leyes confusas y de dudosa calidad democrática aprobadas por tantos politicastros oportunistas de partidos más oportunistas y  parasitarios de los presupuestos generales de todas las instituciones, siempre con el supuesto objetivo de la lucha antiterrorista, que puede hacer lo que le dé la gana con la Ley en la mano. Y lo está haciendo en Catalunya con descaro y sin que se estremezca nadie del pensamiento único.

Estamos, después de tanto tiempo, otra vez en la zona cero de la legitimidad democrática. Se acabó el sueño, las ensoñaciones y los discursos. Hay que defender la Libertad que ha sido cerciorada, fragmentada, legislada a favor de represor en las últimas décadas. Todas esas leyes que se pueden utilizar contra las libertades personales, colectivas, políticas y de autodeterminación. Sí, en Catalunya se ha roto el encanto. Empieza un otoño caliente, esta vez de verdad.