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DE REOJO

Turbas


De momento nadie frena. La banda de Rajoy saca a su portacoz a pasear para decir que la huelga de ayer en Catalunya era una “huelga nazi” porque era estrictamente “política” y que ERC y CAU están deseando que se “produzcan muertes”. Todo en un mismo y luminoso ejercicio de inteligencia rancia, totalitaria, porque hasta ha utilizado un término definitivo. Ha llamado a los votantes, a los manifestantes catalanes, “turbas violentas” y les ha puesto unos cuantos apellidos descalificatorios e insultantes, como es su estilo de viejo cavernícola carpetovetónico con estudios universitarios y pedigrí.

Las cadenas de televisión generalistas están a medio camino de casi todo. Solamente La Sexta, como es habitual, se ha volcado en el asunto y tiene a sus primeras figuras en Barcelona con programas casi de manera perpetua, ofreciéndonos imágenes constantes de las movilizaciones, de los puntos calientes. Es una buena cobertura. Hasta es cierto, pasan por sus platós y cámaras representantes de todas las partes. Están haciendo conocidos fuera de Catalunya a los presidentes de dos asociaciones cívicas que están tomando mucho protagonismo, Omnium Cultural y la Asamblea Nacional de Catalunya. Y saben hablar en perfecto español porque se apellidan Cruixart y Sánchez, respectivamente, para explicarse de manera clara y políticamente impecable. Pero en cuanto pillan a uno de Ciudadanos el tiempo se dilata. Les dejan repetir sus eslóganes de baja calidad. Quizás para relajarse. Es decir, no se puede levantar la vista de las pantallas porque suceden cosas de manera ininterrumpida. Crece la tensión. Nadie parece saber qué pasará. Tiempo de rumores. La ciudadanía vindicativa espera las nuevas expresiones de violencia de las turbas uniformadas de la banda de Rajoy. Empieza a provocar angustia.