11 NOV. 2017 Película «Vitoria, 3 de marzo» LOS GRISES REGRESAN A ZARAMAGA 41 AñOS DESPUÉS Disparos, botes de humo y cargas policiales. Este es el panorama que ha presentado estos días el barrio gasteiztarra de Zaramaga, donde se graba “Vitoria, 3 de marzo”. Un largometraje que mostrará lo ocurrido hace 41 años, cuando la Policía Armada mató a cinco trabajadores en las calles de la capital alavesa. Ion SALGADO El 3 de marzo de 1976 la Policía Armada española mató a cinco trabajadores e hirió a decenas de personas en Gasteiz. Los efectivos policiales, los famosos “grises”, contribuyeron a «la paliza más grande de la historia», tal como reconocieron los propios agentes por radio. Perpetraron una masacre a las puertas de la iglesia de San Francisco de Asís, en el barrio de Zaramaga, donde se celebraba una asamblea obrera convocada tras varios meses de huelga en demanda de unas condiciones dignas de trabajo. Estos hechos marcaron un antes y un después en la historia de la capital alavesa, que vuelve a estar tomada por “los grises”. Se repiten las cargas y se escuchan disparos. Hombres y mujeres vuelven a manifestarse y a reunirse en las comisiones representativas de trabajadores. Lo hacen delante de las cámaras de la productora Sonora, que está grabando “Vitoria, 3 de marzo”. Una película protagonizada por Begoña, una joven de clase media que, conforme se suceden los hechos, va tomando «conciencia política». Así lo explica Juan Ibarrondo, coguionista del film, que comenzó a fraguarse hace siete años, cuando Óscar Bañuelos le propuso escribir un guion para una miniserie. Un proyecto que no salió adelante por problemas de financiación. «Pasó un tiempo en el que la idea estuvo un poco muerta, hasta que entró Sonora, que me propuso transformar el guion para un largometraje de ficción», detalla antes de poner en valor la ayuda de Héctor Amado, también guionista. «Entre los dos hicimos la penúltima versión. Porque nunca hay una última versión», bromea Ibarrondo, y destaca que el guion, validado por el historiador y profesor de la UPV-EHU Antonio Rivera y por la asociación de víctimas Martxoak 3, tenía que cumplir dos objetivos. «Por un lado, tenía que ser un relato fiel de lo ocurrido, y por otro tenía que contar una historia capaz de emocionar, no solo al espectador de Gasteiz, sino al de cualquier parte del mundo», subraya. A la hora de escribir se ha basado en sus propias vivencias, tanto en las políticas como en las personales. No en vano tenía catorce años cuando tuvieron lugar las luchas obreras de 1976. Según relata, ha echado mano de la relación que ha tenido con algunos de los protagonistas de aquel 3 de marzo, como son Jesús Fernández Naves o Andoni Txasko, portavoz de Martxoak 3, que aportó buena parte de la documentación. La misma que empleó el escritor gasteiztarra a la hora de escribir el guion del “Memorial 3 de Marzo 1976-2016”. A este respecto, reconoce que la película y el memorial han actuado como vasos comunicantes, aunque advierte de que son expresiones artísticas diferentes: una es una narración de ficción y la otra, un relato escrito para una audioguía. Ibarrondo, que también tomó ideas de la película “Bloody Sunday” en la que se recrea la muerte de catorce personas a manos del Ejército británico en la ciudad de Derry, pone en valor la participación de la ciudadanía gasteiztarra en el rodaje. «Esto ha sido clave. Centenares de personas han venido a colaborar y creo que esto le ha dado un aire especial a la película. Yo hablaría de una ‘película ciudad’, porque no conozco una ciudad que se haya volcado de tal manera con la filmación de un largometraje», añade. «Los voluntarios, con ganas» Esta idea es compartida por Asier Bilbao, productor ejecutivo de la película. Afirma que muchas de las personas que participan como voluntarios en el largometraje vivieron los sucesos del 3 de marzo o son hijos o nietos de los trabajadores que participaron en las protestas y en las asambleas obreras. «Todos los voluntarios tienen una relación directa o indirecta con los acontecimientos, y vienen con ganas», destaca. Con tantas ganas que ya se han producido manifestaciones espontáneas. Pone como ejemplo lo ocurrido al finalizar de rodar en la Iglesia de Los Ángeles, donde tuvo lugar una movilización espontanea, y recuerda que en algunas escenas la gente llamaba «asesinos» a los policías, algo que no estaba en el guion. Andoni Txasko remarca que gracias a la película «están aflorando muchos sentimientos y traumas escondidos. La película está haciendo que muchas personas vuelvan a hablar de lo que ocurrió el 3 de marzo del 76 y está siendo una liberación, porque hay gente que lo tenía escondido dentro y no se atrevía a sacarlo». Lo cierto es que el Estado español «ha tratado de ocultar lo que ocurrió y de criminalizar aquel movimiento. Y mucha gente no hablaba del tema porque tenía miedo a las represalias». El silencio impuesto por Madrid todavía perdura, ya que 41 años después los responsables de aquellos actos no han sido juzgados. «Los tribunales locales han desestimado las querellas en base a la Ley de Amnistía y cuestionan que aquellos hechos fueran delitos de lesa humanidad, pero nosotros entendemos que gasear una iglesia y ametrallar a la gente sí es un delito de lesa humanidad», manifiesta Txasko, que está dispuesto a llegar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para reclamar justicia. Ahora espera que, gracias a la película, ciudadanos de Euskal Herria, del Estado español y del resto de Europa conozcan lo que ocurrió en Gasteiz aquel trágico día, que sepan lo que supuso aquella lucha y se acerquen a los valores por los que se peleaba. Estreno en 2018, puede que en el festival de Donostia Todavía falta mucho para que pueda verse en las salas de cine la película “Vitoria, 3 de marzo”, pero los responsables del largometraje ya empiezan a hacer cábalas de cuándo podría estrenarse. Juan Ibarrondo, coguionista del film, apunta a que podría presentarse en el próximo Zinemaldia de Donostia, en la Sección Oficial, ya que, a su juicio, «introducirla en un festival de categoría sería importante». Asier Bilbao, productor ejecutivo, prefiere no hablar de fechas. «Las opciones son todas y ninguna», manifiesta, y agrega que el estreno depende de la distribuidora, que «sabe cuáles son las mejores fechas». «En nuestras manos está hacer el mejor producto posible», apunta Bilbao. Tal vez pueda verse un avance de la película el 3 de marzo de 2018, cuando se cumpla el 42 aniversario de la muerte de cinco trabajadores en las calles de Gasteiz.I. S.