Noche de cuchillos largos para algunos conjuntos ilustres del viejo continente, que verán los octavos de Champions desde los sofás de sus casas. Es el caso de uno de los semifinalistas de la edición del ejercicio pasado, el Mónaco, esquilmada su plantilla en el mercado veraniego y que, en consecuencia, no está dando el rendimiento de hace un año. Los de Leonardo Jardim ya perdían 0-3 con el Leipzig a la media hora de juego, un obstáculo insalvable. Ni siquiera jugarán la Europa League.

Está por ver si conseguirá hacerlo el Borussia Dortmund, otra de las decepciones de esta liguilla e incapaz de ganar un partido. Esta vez perdió ante el Tottenham, que ya es matemáticamente primero, lo que deja al Real Madrid, que goleó a placer en Chipre, como el rival a evitar en el bombo de los segundos.

En parecida tesitura se encontraba el líder de la Serie A, un Nápoles al que le costó horrores doblegar al Shakhtar Donetsk, pero que en el tramo final logró superar incluso el gol average particular con los ucranianos, lo que le da una opción todavía en la última jornada. Los de Maurizio Sarri tendrán que ganar al Feyenoord a domicilio y esperar a que el Manchester City, que solo a falta de dos minutos para el final goleó a los holandeses y que tiene asegurada la primera plaza, se imponga en el Metalist Stadion. Una carambola ciertamente complicada.

El Sevilla protagonizó el revolcón de la jornada. Como el Mónaco, los hispalenses perdían 0-3 a los treinta minutos, merced al balón parado –dos goles calcados de corner– y las rápidas contras del Liverpool, que lo tenía hecho para pasar como primero de grupo. Sin embargo, los de Jürgen Kloop se durmieron en los laureles y ahora están obligados a ganar al Spartak, mientras que los sevillanos se medirán en la última jornada ante un Maribor ya sin nada en juego.

Otra vez la inaccesible Turín

El Juventus-Barcelona es el envite más interesante de la jornada de hoy, con una escuadra catalana a la que le basta el empate para acabar primera en el D y unos anfitriones que tirarán de orgullo histórico para igualar a puntos con su rival e intentar enjugar el 3-0 con el que se inició la fase de este grupo. Los italianos no pierden en su estadio en competición europea desde 2013 y el conjunto catalán ya sufrió esa solidez casera transalpina la campaña pasada.

Bastante más acuciado saltará al verde el Atlético de Madrid frente al líder del C, la Roma de Eusebio di Francesco. Todo lo que no sea ganar dejaría prácticamente fuera del torneo a los colchoneros, dado que parece poco probable que el Chelsea no puntúe ante el Qarabag, el otro duelo del grupo. El finalista en las ediciones de 2014 y 2016 fiará muchas de sus opciones ofensivas a la participación del veterano Torres en su once.

Más claras están las cosas en el A y B, donde Manchester United y PSG manejan ambos bloques con mano de hierro. A los ingleses les basta un empate para confirmarse como primeros. Por su parte, los de Unai Emery, único conjunto que todavía no ha encajado ningún gol, puede quedarse a un partido de hacer pleno de puntos, si bien el último envite deberá disputarlo en el campo del Bayern, ahora como un tiro en la Bundesliga.