GARA Euskal Herriko egunkaria
Bobadas alpinas

Buenos hijos


VEO en un vídeo como dos franceses saltan desde la Jungfrau, montaña de los Alpes suizos, con un llamado traje de alas o de planeo. Junto a ellos se coloca una avioneta con una puerta lateral abierta y al igualarse la velocidad, con un quiebro brusco se introducen en el aparato. Una nueva ocurrencia dentro de esta última encarnación del salto base extremo, cuya última víctima ha resultado ser el conocido alpinista Valery Rozov en su intento de salto desde la cumbre del Ama Dablam, mítica montaña de 6800m del Himalaya nepalí. Parece que es algo inherente a la especie estas actividades de riesgo sin sentido (como el alpinismo o la escalada) cuya proporcional secuela de accidentes causan tanto dolor a familiares y amigos. ¿Dónde poner la frontera en el llamado «riesgo aceptable» de estas actividades?. La percibida locura realizada por Alex Honold con su escalada en solitario y sin cuerda a la vía Freerider en el Capitán se ve, sin embargo, compensada con su sentido clásico de la familia. En efecto, dado que su madre, Dierdre Wolownick Honold, cumplió 66 años el pasado septiembre, ¡qué menos que regalarse la escalada de los mil metros de la difícil vía Lurking Fear a la misma pared de Yosemite! Deirdre confiesa muchas dudas, entrenamiento previo y aprendizaje de técnicas de subida por la cuerda con jumar. Al final, consiguió acabar la ascensión en un día, reventada pero feliz. Alex es un buen hijo de su madre y no como otros de los que se habla por ahí.