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BOBADAS ALPINAS

La vida misma


La revista estadounidense de montaña “Rock and Ice” publica un artículo titulado “Climbers We Lost in 2017”, escaladores/alpinistas norteamericanos muertos el pasado año, entre ellos personajes históricos Como Fred Beckey, 93 años, Ueli Steck, 40, el único ‘extranjero’, Royal Robbins, 82 y Norman Dyrenfurth, 99. De la lista, que no pretende ser exhaustiva, extraigo las causas de su muerte. De los 24, de toda edad y sexo, y en general de gran experiencia en montaña, cuatro mueren de diversas enfermedades, cinco si contamos la de Robbins con cáncer a los 83 años. Tres mueren, digamos, de edad avanzada. Un chaval de 11 años (el único sin experiencia y tan joven) muere en casa ahorcado con un cinta auxiliar en una barra sobre la que entrenaba haciendo flexiones. Uno en accidente de bicicleta. Uno en accidente de Parapente. Uno en caída a grieta en los Andes Chilenos. Uno en una avalancha. Uno, Steck, por caída escalando en el Himalaya en solitario. Seis mueren en maniobras de rappel, técnicamente fácil pero muy propicia al accidente mortal por despiste o falta de comunicación con el compañero y para acabar cuatro por suicidio, uno de ellos, el fuerte alpinista Hayden Kennedy, un día después de que muriera su pareja en una avalancha. Leo todas las semblanzas (hagiografías) de cada uno de ellos, un mundo de intereses diversos, escaladas por todo el mundo, trabajos, historias familiares, tragedias y depresiones. Una imagen de la vida misma.