11 JAN. 2018 ESCENARIO POSTELECTORAL EN CATALUNYA JxCat y ERC descartan las elecciones e intentarán investir a Puigdemont Ambos partidos acordaron blindar el control de la Mesa. ERC exigirá la vicepresidencia para Junqueras y estudiará las dos opciones propuestas para hacer president a Puigdemont. Beñat ZALDUA DONOSTIA Como acostumbra a ocurrir, el alcance del preacuerdo alcanzado la noche del martes por Junts per Catalunya y ERC acabó siendo menor del anunciado por los primeros titulares matutinos, pero tuvo dos virtudes: empezar a aclarar el escenario de la vertiginosa segunda quincena de enero que se aproxima y neutralizar de raíz los efectos de la renuncia del expresident Artur Mas, en la que no falta quien quiere ver los efectos de unas discrepancias con Puigdemont que nadie acaba de desmentir. Sea como sea, el primer titular que dejó la reunión celebrada por Puigdemont y la número dos de ERC, Marta Rovira, la noche del martes en Bruselas es que el independentismo asistirá a la sesión constitutiva del Parlament el próximo 17 de enero. No parece gran cosa, pero cabe recordar que una de las opciones alternativas a la investidura de Puigdemont que se barajaban en círculos de JxCat pasaba por que los 70 diputados independentistas no acudiesen al Parlament. Al no llegar al quórum de 68 escaños ocupados, la Cámara catalana no podría constituirse y se convocarían nuevas elecciones. Esta opción, por lo tanto, queda descartada. Puigdemont y Rovira acordaron, de hecho, asegurar la mayoría independentista en la Mesa del Parlament, que deberá elegirse en la sesión inaugural del próximo miércoles. Algo que dejará fuera del órgano a los Comuns, que estaban negociando con ERC la posibilidad de que los republicanos les cediesen una de las sillas. A falta de confirmación, la Mesa quedará previsible constituida con dos miembros de JxCat, dos de ERC, dos de Ciudadanos y uno del PSC. La presidencia, sin embargo, sigue estando en el aire. El independentismo coincide en considerar que corresponde a Esquerra proponer candidatura, pero las reservas de Carme Forcadell a repetir y la renuncia de Carles Mundó a su escaño dejan de momento el puesto vacante. Si ERC no encuentra a nadie, será Puigdemont el que proponga a alguna figura independiente de su lista electoral. Voluntad de investir president El segundo punto del preacuerdo es el más ambiguo de momento. Aunque se presentó a primera hora como el pacto definitivo para investir president a Puigdemont, con el transcurso de las horas la noticia acabó limitándose a la expresión de una voluntad común de reafirmar al president en su cargo. De momento, ERC no se compromete más que a estudiar las dos opciones que, a groso modo, JxCat ha puesto encima de la mesa para posibilitar la investidura de Puigdemont a distancia. Aunque las propuestas se conocerán con mayor detalle mañana viernes, tras la reunión del grupo parlamentario de JxCat en Bruselas, las opciones a estas horas son dos: la investidura telemática y la delegación en otro diputado. La primera opción pasa por que Carles Puigdemont presente su candidatura a la presidencia a través de una teleconferencia, algo que, comprensiblemente, no está previsto en un reglamento del Parlament redactado hace cuatro décadas. Es decir, el reglamento ni lo permite ni lo prohíbe, simplemente no existe como opción, por lo que sería necesaria una interpretación flexible del reglamento por parte de la Mesa. Antes de apoyar la que parece ser la opción predilecta de Puigdemont, ERC consultará a sus asesores jurídicos y tomará en cuenta la opinión de los letrados del Parlament, que se pronunciarán a lo largo de los próximos días. La segunda opción pasa por interpretar generosamente el artículo 83 del reglamento, que establece que «cualquier diputado con derecho a hablar (en el pleno) puede ser sustituido por otra persona del mismo grupo». Es decir, en este supuesto Puigdemont delegaría la lectura de su discurso de investidura en otro diputado de su grupo parlamentario, aunque posteriormente el investido como president, sería, evidentemente, él. A cambio, eso sí, ERC exigirá a Puigdemont que también Junqueras sea restituido como vicepresidente. La CUP, expectante La CUP rompió ayer el silencio de las últimas semanas y recibió como una buena noticia el preacuerdo entre JxCat y ERC. De hecho, la diputada electa Natàlia Sànchez anunció que los cuatro parlamentarios de la formación votarán a favor de la investidura de un president que trabaje por la República. Su cabeza de lista, Carles Riera confirmó después que la CUP no será un obstáculo para facilitar la constitución de la Mesa y la investidura, pero advirtió de que no apoyarán «un regreso a una pantalla autonómica y constitucional», algo para lo que consideran imprescindible la unilateralidad. Los Jordis y Forn vuelven a declarar hoy ante el juez Llarena Los líderes de la ANC y Òmnium, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, así como el exconseller de Interior, Joaquim Forn, volverán a declarar hoy ante el juez del Supremo Pablo Llarena. A diferencia de Junqueras, que recurrió su encarcelamiento ante la Sala de Apelaciones –recurso que tres jueces desestimaron la semana pasada–, los otros tres dirigentes en prisión pidieron volver a declarar ante el propio Llarena para poder entrar en el fondo del caso. Será tras la declaración, en la que rechazarán los cargos imputados por la Fiscalía y la Guardia Civil, cuando los encarcelados volverán a pedir su puesta en libertad al magistrado –que ayer notificó a Marta Rovira (ERC), Marta Pascal (PDeCAT), Anna Gabriel (CUP) y Mireia Boya (CUP) que también están imputadas–. Es decir, hoy no habrá decisión alguna sobre una hipotética excarcelación que, a día de hoy, cuesta imaginar a corto plazo. Por su parte, Junqueras presentó ayer la petición de traslado a una cárcel catalana con el objetivo de «desarrollar su actividad de participación política, así como estar cerca de su esposa e hijos menores de edad». La defensa del líder de ERC también pidió a Llarena «los permisos de salida o excarcelaciones para su asistencia» a los plenos de constitución del Parlament y de investidura de las próximas semanas.B.Z. Preacuerdo ¿Qué ha pactado el soberanismo? Constituir el Parlament JxCat y ERC acordaron constituir el Parlament, evitando la tentación de forzar nuevas elecciones. Asegurar la Mesa Puigdemont y Rovira pactaron asegurarse la mayoría en la Mesa del Parlament, lo que dejará sin silla a los Comuns. Presidencia Ambos partidos también confirmaron la voluntad de investir a Puigdemont como president. ¿Qué queda pendiente? La presidencia del Parlament Recaerá sobre ERC, pero no está confirmado que sea Carme Forcadell. ¿Quién asumirá el cargo? La fórmula de investidura ERC estudiará las dos opciones puestas encima de la mesa por JxCat: o por plasma o por delegación. El unionismo tratará de bloquear cualquier investidura a distancia «El reglamento del Parlament no se decide en Bruselas comiendo mejillones». La líder de Ciudadanos en la cámara catalana, Inés Arrimadas, no dio margen a la sorpresa y anunció su oposición tajante a cualquier tipo de investidura a distancia. «No se puede presidir [Catalunya] estando huido de la Justicia», criticó Arrimadas, que arremetió contra la posibilidad de «tener un presidente holograma o por Skype». La cabeza de lista del partido naranja también reprochó a los Comuns «haberse negado en rotundo a pactar una Mesa del Parlament presidida por alguien no independentista», dando a entender que da por perdida la posibilidad de que un pucherazo dejase en manos del unionismo el órgano rector de la Cámara catalana. También el PP, por boca de su coordinador general a nivel estatal, Fernando Martínez Maillo, anunció ayer que está dispuesto a «impedir por todos los medios» la posible investidura telemática de Puigdemont, que consideró «una auténtica burla, primero a los catalanes y luego al resto de los grupos del Parlament». «Es una huida hacia adelante que no tendrá ninguna consecuencia práctica», añadió Maillo, augurando una bronca sesión de investidura pocos meses después del polémico pleno de setiembre en el que se aprobó la Ley del Referéndum.B.Z. EL 155 EN EL TCEl Constitucional admitió ayer a trámite el recurso de Podemos contra el 155, una decisión que no afecta a la suspensión actual de la autonomía catalana y que el TC explica como una oportunidad para fijar doctrina sobre la aplicación del artículo.