GARA Euskal Herriko egunkaria
JO PUNTUA

Sin Tribunal Constitucional


El sábado el Tribunal Constitucional tomó una decisión inédita y que pasará a la historia del derecho constitucional español si no en el capítulo de despropósitos sí al menos en el de innovaciones. Es difícil entender los entresijos del caso por su complejidad jurídica, pero es tan serio que merece la pena el esfuerzo.

El Gobierno recurrió la candidatura de Puigdemont a la investidura, aduciendo que el candidato no se presentaría en el pleno. Un recurso contra un trámite parlamentario (extraño) y basado en un futurible (intragable). Cómo será el recurso de dudoso que el Consejo de Estado se pronunció en su contra, en un dictamen no vinculante. El Gobierno siguió adelante pese a todo. La sorpresa llegó cuando el TC no decidió sobre su aceptación o no a trámite, pero sí dictó unas medidas cautelares que en la práctica vetan la candidatura de Puigdemont. Los magistrados aplazaron la decisión para no dejar en mal lugar al tribunal, pues saben que el recurso es esperpéntico, pero concedieron al Gobierno por la puerta de atrás todo lo que este había pedido. La guinda llegó el lunes, cuando el diario El País aseguró que miembros del Gobierno y el propio presidente Rajoy habían contactado con magistrados antes de su reunión para persuadirlos.

Este es el estado actual del más alto órgano judicial en el Estado español. En honor a la dignidad de las cortes constitucionales alrededor del mundo y a lo que ese buen nombre representa, valdría más decir que España carece ahora de Tribunal Constitucional. Se parece más a aquella «tercera cámara» de la que se hablaba hace unos años o, en lenguaje más plano, del órgano que firma lo que el Gobierno les presenta. Después de la hazaña del fin de semana, el TC anuló el miércoles varios artículos de la ley vasca sobre el «fracking». Es discutible que un órgano constitucional tenga derecho a dejar un territorio a la intemperie de una práctica que la ciudadanía vasca había considerado que era demasiado lesiva con el suelo que pisa. Lo que tengo claro es que este Constitucional no tiene ningún derecho.