11 FéV. 2018 Una plaza para poner «un poco de paz» en el corazón de la familia Lamberto Maravillas Lamberto, violada por los franquistas que acabaron con su vida y con la de su padre, tiene una plaza en Iruñea. «Ha llegado un poco de paz a nuestros corazones», señaló su hermana Josefina. GARA IRUÑEA «Son 82 años de mucho sufrimiento, pero al final ha llegado un poco de paz a nuestros corazones». Estas palabras resumen el sentir de Josefina Lamberto, hermana de Maravillas Lamberto, que cuenta desde ayer con una plaza en el barrio iruindarra de Lekaroz. El alcalde, Joseba Asiron, defendió la necesidad de dedicar un espacio a Maravillas, «una víctima inocente como todas, cuyo único pecado fue el de no querer dejar solo a su padre». Maravillas Lamberto tenía 14 años en agosto de 1936 cuando su padre, militante de la UGT, fue detenido por los franquistas en Larraga. Ella quiso acompañarlo, sin saber el horror al que sería sometida. Según recoge el Fondo Documental de Memoria Histórica gestionado por la UPNA, fue víctima de repetidas violaciones a manos de quienes les habían apresado, que acabaron con su vida y con la de su padre. «A nadie salvo a los matones podría ocurrírsele vileza mayor», destacó Asiron, que advirtió de que el franquismo «tenía claro que aterrorizar era la mejor manera de imponer su dictadura del terror». Recordó que la familia de Maravillas «lo perdió todo», y tuvo que trasladarse a la capital navarra, donde vivieron «penuria». La propia Josefina Lamberto explicó en un video publicado en NAIZ que su madre se vio obligada a pedir limosna para sacar a su familia adelante. Ahora, «demasiados años después», Iruñea ha dedicado un espacio urbano a la florecica de Larraga.