17 MAR. 2018 Entrevue LUIS GIMÉNEZ, JOSELE PEREDA, Mª ANGELES IGLESIAS, ALFONSO SIERRA, JON FANO, LOLI PISÓN Y JOSÉ RAMÓN LANDALUZE MOVIMIENTO DE PENSIONISTAS DE BIZKAIA «¿Van a subir de un euro a cuatro y nos vamos a callar?» Son pensionistas provenientes de distintas organizaciones (Pentsionistak Martxan, Nagusiak, PJB, UGT y CCOO) que unen fuerzas en una plataforma de colectivos con una demanda unitaria, un sistema público de pensiones dignas, lema de esta tarde en Bilbo. Nerea GOTI BILBO A puertas de la manifestación de esta tarde en Bilbo, que desde hace días tiene en guardia a la Policía Municipal en previsión de que una multitud colapse el centro de la capital vizcaina a partir de las 17.00, estos seis representantes del Movimiento de Pensionistas de Bizkaia prevén algo grande a la vista del ritmo movilizador que están teniendo las últimas protestas. No esperaban una respuesta tan multitudinaria, pero ahora ven que «se ha perdido el miedo a salir a la calle», como comenta Loli Pisón. Sus compañeros añaden que uno de los factores determinantes es ver que «hay gente que se está moviendo». Resalta Jon Fano que, por encima de las diferencias ideológicas, «el nivel de consenso es muy grande» y cree que es fundamental mantener la unidad. «Creo que es la condición que piden los pensionistas, que se eviten protagonismos innecesarios y que la unidad que hoy tenemos siga funcionando para que podamos seguir contando con su confianza». El otro factor determinante es la presión insoportable que viene padeciendo el colectivo. Resaltan que los pensionistas han cargado con gran parte del peso de la crisis, sosteniendo economías familiares que el Estado no ha sido capaz de proteger, pero sí a la banca, lo que les ha quedado grabado a fuego, al igual que la reflexión de que «hay dinero para lo que quieren» y el reproche a un Gobierno que racanea con las pensiones y está infestado de corrupción. Mientras este saqueo sucedía, explica MªAngeles Iglesias que las personas pensionistas han ayudado con hipotecas, con el carrito de la compra... y ahora muchas de ellas tienen que pensárselo dos veces antes de poner la calefacción y hasta costear los medicamentos les supone una pesada carga económica. Fano ofrece un dato: «En esta Euskal Herria donde dicen que vivimos relativamente bien, 190.000 personas en la CAV y 56.000 en Nafarroa tienen pensiones por debajo de los 700 euros. Eso es lo que explica que no nos conformemos con una subida del IPC y su aplicación retroactiva». Si a eso se añade, que «450 medicamentos que afectan esencialmente o tienen relación con dolencias de personas mayores tienen que pagarse al 100% y hay otra serie de medicamentos que solo si hay un ingreso inferior a 18.000 euros se rebajan el 10%, pero hay que pasar unos trámites que imposibilitan a mucha gente, las patologías que se están desarrollando son cada vez más delicadas y lo que se ahorra en medicamentos se encarece en atención a las necesidades médicas». Recuerda Pisón que las viudas son el 45% de las mujeres pensionistas y que le emocionó ver mujeres de todas las edades el 8 de Marzo. Giménez recuerda que se cambió la Constitución española para reducir la deuda pública que atender otras cosas. Landaluze pone el foco sobre la necesaria derogación del factor de sostenibilidad, «porque eso sí que es una ruina». Tal y como apunta Sierra, de aquí a unos meses habrá elecciones y «aparecerán los caramelos». «Nuestro mérito será seguir saliendo a la calle hasta conseguir un sistema público de pensiones digno y que nunca nos puedan volver a meter el miedo en el cuerpo con que no hay cotizaciones suficientes», comenta Landaluze. «No queremos que las generaciones que vengan se queden sin pensiones si no tienen un fondo», añade Pereda. Y concluye Pisón con un llamamiento: «Que dejen de hablarnos de Grecia, que hablen de Noruega y Dinamarca».