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DE REOJO

Imbecilidad


A veces es muy fácil buscar vidas paralelas. Si es en la banda de M. Rajoy, la labor es bastante sencilla. Ahora destaca mucho la verborrea delirante del exalcalde de Gasteiz, Javier Maroto, que tenía un máster en la web del PP que en la del Congreso era un simple cursillo. Su clónico es Pablo Casado, que confunde Aravaca con Harvard y que tiene un máster de la misma calidad universitaria del que acaba de renunciar Cristina Cifuentes en uno de esos actos de insolvencia moral como cuando Aznar salió en la prensa asegurando que no era el padre de una ministra de Sarkozy. Maroto anda pidiendo dimisiones a todos, empezando por Toni Cantó que dice es “pedagogo”, sin especificar. Cifuentes renuncia a un regalo y eso es de muy mala educación.

Pero con todos los rayos que atraviesan los cielos nublados de la indecencia política, sobresale un individuo que se esfuerza todas las noches en TVE en subir el nivel de la degradación, de la insolvencia y de la falta del mínimo exigible de sensibilidad con el otro para estar frente a un programa pagado por los presupuestos generales del reino de España. Javier Cárdenas es el Rafael Hernando de la tele. Insulta simplemente por su dicción y por su falta de ética. 

La última barbaridad fue durante una entrevista a Miriam Fernández, una joven ejemplar, con una vida marcada por la superación de problemas, campeona de natación, anda con un andador, da charlas, canta y es actriz y le espetó: «¿Y tú tienes parálisis cerebral? Joder, quién la quisiera». La imbecilidad pura. Debería ser expulsado de un ente público, pero no, le vuelven a renovar, lo alimentan con cantidades ingentes de dinero para crear un espacio de manifiesta incompatibilidad con la inteligencia. “Hora punta” es una pertinaz fuente de inspiración para lo desagradable, lo repudiable.