Viviani gana con autoridad

El italiano superó a Marezcko en la primera llegada masiva y Dennis es el nuevo líder por las bonificaciones.

El italiano Elia Viviani (Quick Step) se impuso con autoridad ayer en la segunda etapa del Giro de Italia con final en Tel Aviv al remontar a Jakub Mareczko (Wilier), que lanzó el sprint masivo. Rohan Dennis logró la maglia rosa que se había marcado como objetivo para la crono del viernes después del gran trabajo realizado por el BMC para anular la escapada del día y conseguir los tres segundos de bonificación que le permitieron superar a Tom Dumoulin.

Ni el Sunweb ni el holandés pelearon por esa bonificación porque les interesa que sea el BMC el que defienda el liderato hasta que la carrera afronte el jueves el primer final en alto en el Etna. Por eso lo mejor que les pudo pasar es que el equipo norteamericano anulara la fuga en la que entraron Lars Bak, Guillaume Boivin y Davide Ballerini, luego acompañados por Enrico Barbin, hasta que fueron atrapados para que Dennis ganara el sprint intermedio de Caesarea, a 61 de meta.

Tras vestir la maglia rosa el nuevo líder trasmitió que «es un honor vestir de rosa y completar la colección de camisetas de líder de las grandes vueltas. Por supuesto que ahora me gustaría quedármelo, pero hay 19 etapas más por recorrer. Tengo que agradecer la maglia rosa al equipo. No quería correr con el objetivo de lograrlo porque los compañeros tendrían que trabajar a fondo, pero me dijeron que me respaldaban».

Protagonismo para el Israel

Tras el sprint intermedio Guillaume Boivin volvió a marcharse por delante para dar protagonismo al equipo Israel Cycling Academy y entonces sí tuvo el permiso del pelotón para coger una ventaja que creció a la misma velocidad que se redujo para que fuera atrapado a 16 kilómetros de meta.

Tony Martin después se marchó por delante a cuatro de la llegada y Van der Sande a dos y solo entonces apareció Stybar en cabeza del pelotón para preparar la llegada de Elia Viviani, que partía como el mejor sprinter del pelotón del Giro al renunciar los demás velocistas de más nivel. El italiano cogió bien la rueda de Sam Bennett primero, para acoplarse después a la de Marezcko y superarlos a los dos con mucha facilidad.

Viviani conseguía así su séptima victoria de la temporada y su segunda en el Giro tras la lograda en 2015 en su primera temporada en el Sky. En sus tres años en el equipo inglés solo pudo correr ese Giro y el siguiente y por eso decidió fichar por el Quick Step, que quiere dominar con el italiano las pocas llegadas masivas que se esperan en este Giro como hizo el año pasado en las tres grandes con Gaviria, Kittel y Trentin. Los dos últimos han dejado el equipo y Viviani ha llegado este año para sustituirlos.

Tras su triunfo Viviani dijo que «no fue fácil ganar, aunque estaba tranquilo después de un buen comienzo de temporada. Después de parar y volver a comenzar para preparar el Giro sentí la presión de ser el corredor que debía ganar».

El italiano volverá a partir como favorito en la tercera etapa entre Be'er Sheva y Eilat, de 229 kilómetros. Los corredores cruzarán el Desierto de Negev antes de acercarse al Mar Rojo.