«I love Navarra», pero que no me cueste nada

La derechona navarra, y en este grupo incluyo al PSN por méritos propios, apeló a su inmenso amor por Nafarroa para convocar una manifestación en junio del año pasado. El motivo oficial era la banderita y el oficioso que UPN vuelva a ganar las elecciones del año que viene. Pero que la Asociación Doble12 (la que hace las veces de convocante) era un trampantojo de UPN quedó al descubierto a poco que se rascaba en el manifiesto, pues en el archivo que se envió a los ayuntamientos con el argumentario de la marcha figuraba como autor el equipo comunicación del partido.

Roto ya el espejismo de quién llama a salir a la calle –solo el PSN se empeña en no verlo–, este año UPN se arma de desvergüenza y anuncia que pedirá en los ayuntamientos que paguen los autobuses para ir a Iruñea a protestar contra el euskara. Porque, claro, parece que los de UPN están dispuestos a salvar a Nafarroa, siempre y cuando no tengan que poner de su bolsillo.

La idea de que las protestas de la derechona caigan en junio está –casi– perfectamente medida por la propaganda del partido. Quieren cerrar el ciclo con subidón emocional, antes de que lleguen los sanfermines y la política local pase a importar un pimiento.

Y digo «casi», porque Hacienda Navarra tiene que hacer pública la lista de grandes morosos estos días. Saldrán todos los que deben más de 120.000 euros y me muerdo las uñas pensando en nombres y empresas. Si no pagan ni el autobús, apuesto a que los asistentes a la marcha del 2 de junio coparán dicha lista.