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JO PUNTUA

Futuro imperfecto


Se van como merecían: arrastrados por la riada de mierda producida al romperse la presa de las corrupciones. La primera sentencia de la Gürtel ha sido demoledora y ha acabado con el equilibrio inestable que les mantenía en el Gobierno. Por eso ahora la atacan: que si es el apaño de un juez comunista amigo de los etarras, que no condena al PP sino a personas, que López Hierro hay muchos o que eso usted me lo dice en la calle, como en las peleas de taberna a las tantas de la mañana. Por cierto, que a los de Altsasu, además de aplicarles las penas máximas, les han encarcelado, con un criterio más riguroso que a los condenados por la de Gürtel, y los de la bronca de Algeciras ya están en libertad.

Tras la caída, viene la sucesión y ya se atisba el brillo de los cuchillos por ocupar la poltrona. Además de las intimas amigas Soraya y Cospedal, se apunta Feijoo. Hay quien dice que puede ser el favorito, pero tal como están las cosas, creo que las fotos con su amigo el narco no le ayudarán en el empeño. Y, como no, el ídolo de las Azores, el detector de armas de destrucción masiva, se postula para salvar a la patria, con su voz de ultratumba, y ese mensaje de Oráculo de Delfos que le hace tan ridículo. Querrá volver a las andadas y entrar en otra nueva guerra con acento tejano.

¿Y el futuro? Pues francamente imperfecto. Sánchez ha aprovechado la ocasión y ha llegado a la Moncloa de la forma más inesperada, sobre todo para el PP que le acusa de hacerlo por métodos no democráticos. No saben ni perder.

Conocido quienes serán sus ministros se aprecia el dato positivo de la presencia mayoritaria de mujeres en el Gobierno, pero el nombramiento de Borrell, es un aviso a navegantes y no deja margen de duda. Su radical y exaltada intervención en la manifestación españolista de octubre en Barcelona fue de un tono más propio del neofalangismo de Ciudadanos que de alguien que va por la vida de progresista.

Y qué decir de Marlaska, el ciego ante la tortura, que de amigo del PP pasa a ministro del PSOE encargado de los presos. Malos augurios.