09 JUIN 2018 Austria expulsará imanes y cerrará mezquitas «contra el islam político» Con la excusa de la recreación histórica en una mezquita de la batalla de Gallipolli, el Gobierno austriaco lanzó ayer una espectacular ofensiva contra «el islam político», que se traducirá en la expulsión de decenas de imanes y en el cierre de siete mezquitas financiadas por Ankara. Turquía tildó de «islamófoba y racista» la decisión del Gobierno de Viena, una coalición entre los conservadores liderados por Sebastian Kurz y la extrema derecha (FPÖ). GARA VIENA «Las sociedades paralelas, el islam político y el extremismo no tienen cabida en Austria», justificó el joven canciller conservador, el democristiano Sebastian Kurz, en el contexto del escándalo por la reconstrucción en una de las principales mezquitas de Viena, gestionada por la comunidad turca, de una batalla emblemática de la historia otomana a cargo de jóvenes vestidos de soldados. La ofensiva supondrá, en palabras del ministro de Interior, Herbert Kickl, el cierre de siete mezquitas y la deportación de hasta 60 imanes, financiados y que cobran el sueldo de Turquía, lo que afectará a sus familias y supondrá que «150 personas podrían perder su derecho a residencia en Austria». Estas medidas son «solo el principio», amenazó el «número dos» del Ejecutivo austríaco, el ultra Heinz-Christian Strache, quien prometió no tolerar «el discurso del odio bajo la apariencia de la religión». Kurz lidera una coalición de derechas entre su conservador Partido Popular Austríaco (ÖVP) y el ultraderechista FPÖ, al que pertenece el ministro de Interior, Herbert Kickl. La revista de centroizquierda “Falter” publicó en abril fotos de la reconstrucción de la batalla de Gallipolli de 1915, en la que británicos, franceses y aliados trataron durante meses de asedio de conquistar sin éxito la península de ese nombre para controlar el estrecho de los Dardanelos y lanzarse a por Constantinopla, la actual Estambul. Críticas internas La Unión Islámica turca de Austria (Atib), que gestiona la mezquita, calificó la reconstrucción con niños haciendo el saludo militar de «altamente reprobable» y recordó que exigió la dimisión de su responsable. Es la primera vez que se aplica una ley aprobada en 2015 por el anterior Gobierno de conservadores y socialdemócratas, que prohíbe cualquier financiación extranjera de predicadores y lugares de culto musulmanes. Atib cuenta con 100.000 miembros y es considerada cercana al partido islamista AKP, del presidente turco, Recep Tayip Erdogan. En medio del apoyo a la ofensiva desde las filas liberal y socialdemócrata, los Verdes se han quedado solos junto con analistas políticos para alertar de que estas medidas «populistas» apuntalarán a Erdogan en las elecciones de finales de junio en Turquía. 360.000 personas de origen turco (117.000 con nacionalidad turca) y unos 700.000 musulmanes viven en Austria (8,8 millones de habitantes).