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DE REOJO

Ricos/pobres


No tiene mucho sentido el título. Escribo con la tele encendida y eso es propicio al despiste y la intercesión de asuntos, temas y palabrerías. Escuché al presidente Sánchez en un marco incomparable de blanco, con cuadros modernos en las paredes, las ventanas abiertas y la presencia de una Ana Pastor vestida otra vez de noche, de gala, decir rotundamente que «los ricos no pagan IRPF». Y se quedó tan tranquila. Pero me intranquilizó porque debe ser verdad. Entonces, si los ricos no pagan, ¿para qué subir el IRPF a los ricos? Por estética. Por demagogia. Lo primero sería conseguir que paguen lo que deben ahora. Entonces, resulta que somos los pobres, los medio pensionistas, las clases medias y funcionariales quienes mantienen todo el tinglado estructural.

Casi cada día se van conociendo noticias de que famosos artistas, futbolistas y otros nuevos ricos pactan con la fiscalía la multa y unos días o meses de cárcel por sus fraudes a Hacienda. Nunca he sabido noticias de esta índole de reyes, príncipes, consejeros delegados de bancos o accionistas prioritarios de grandes corporaciones multinacionales. Incluso entre los ricos, hay clases. Algo que me deja fuera de mi consistencia neuronal, Cristiano Ronaldo cobra él solo más euros que la nómina entera de catorce equipos de la liga italiana donde ahora vende su fuerza de trabajo. Se fue allí porque la Hacienda italiana lo trata mejor.

Durante semanas en la plataforma Movistar nos fueron anunciando un nuevo programa deportivo, “Vamos”, con un magnífico anuncio protagonizado por David Broncano y donde salía hasta Rafa Nadal. El domingo noche se inauguró. Nada nuevo. Quizás con precipitación. Una tertulia típica y tópica con muchos de los habituales en las tertulias deportivas. Ni ricos ni pobres, sino todo lo contrario. Lo de antes era mejor. Esperemos.