GARA Euskal Herriko egunkaria
CICLismo

Valverde logra el Mundial que le faltaba para redondear su carrera

El murciano se impuso al sprint a Bardet, Woods y Dumoulin, que fueron los más fuertes en un recorrido durísimo. Ion Izagirre y Mikel Nieve completaron una gran participación y acabaron entre los trece primeros. Omar Fraile también estuvo en un corte importante.


Alejandro Valverde consiguió ayer en Innsbruck el Mundial de fondo en carretera que perseguía durante toda su carrera al aguantar la rueda de Bardet y Woods en la última pared que se añadía a un circuito ya de por sí durísimo y superarlos en la llegada. Asumió la responsabilidad de coger la cabeza de carrera en el último kilómetro y lanzó el ataque cuando entendía que llegaba su distancia a 300 metros de la línea de meta.

El veterano corredor murciano conseguía el maillot arco iris con 38 años, quince después de ser segundo en Hamilton (Canadá) detrás de Igor Astarloa al proteger su ataque e imponerse en el sprint en el grupo perseguidor. Fue el año en el que más cerca vio la victoria, llegó a cinco segundos del ermuarra, y después logró otra medalla de plata en 2005 y cuatro de bronce en 2006, 12, 13 y 14.

La medalla de oro era lo único que le faltaba para rubricar una carrera única porque ha sido capaz de ganar una Vuelta en 2009, acabar en el podio del Tour en 2015 y del Giro en su única participación en 2016. Ha ganado cinco veces la Flecha Valona, cuatro en Lieja, tres Voltas, dos clásicas de Donostia y Dauphiné y una Itzulia en un palmarés de 122 victorias en el que faltaba ese maillot arco iris que le hizo emocionarse ayer como nunca lo había hecho antes.

Gran actuación de los vascos

Alejandro Valverde alcanzó su mejor victoria en una prueba en la que vino a confirmar su evolución como ciclista. De ser un corredor con grandes condiciones e importantes errores tácticos ha pasado a saber sacar el máximo partido del nivel que se puede mantener con 38 años.

Se limitó hasta los últimos kilómetros a aguantar en el grupo de favoritos en una carrera de eliminación en la que cada subida a Igls reducía su número. Del resto se encargaron los vascos porque Omar Fraile entró en el primer corte importante con Van Avermaet y Caruso en los últimos 50 kilómetros y Ion Izagirre se fue con Kruijswijk, Pinot, Rui Costa, Kennaugh y Lutsenko en la última subida a Igls, en la que fueron atrapados el danés Kasper Asgreen y el noruego Vegard Stake Laengen a 22 de meta tras 230 de fuga.

En esa subida Italia fue la que marcó un ritmo fuerte en cabeza, pero Nibali no respondió al trabajo de su selección, que tuvo que jugar la baza de Moscon. El danés del Astana Valgren llegó a la subida final con 32 segundos sobre el grupo de favoritos ya muy seleccionado del que comenzaron a trabajar Pinot y Bardet para Alaphilippe. El corredor del Quick Step no pudo seguir el ritmo del ciclista del Ag2r, que paró al darse cuenta de ello, pero Woods y Moscon quisieron acelerar para que no volviera y el italiano lo pagó.

Así se quedaron en cabeza Bardet, Valverde y Woods. Luego les atrapó Dumoulin, que fue el primero en moverse al llegar al último km. Todos dejaron la responsabilidad al murciano, que controló al holandés y cogió la cabeza de la carrera y no la dejó hasta la meta tras lanzar el sprint desde lejos y resistir la llegada de Bardet. Woods completó el podio y Dumoulin se quedó sin medalla. Por detrás Ion Izagirre llegó en un segundo grupo celebrando la victoria de Valverde sin sprintar para mejorar el undécimo puesto y Mikel Nieve fue 13º tras una nueva lección de su profesionalidad. Sin apenas competir desde el Tour, solo corrió en Donostia y el Tour of Britain, respondió en el Mundial como hace siempre.

«Ser campeón del mundo era un sueño»

Valverde trasmitió que «es increíble, son muchos años luchando y al final se ha conseguido. Debo agradecer a la selección, que ha estado de diez, todos en todo momento han estado atentos y he sabido estar ahí. Me han dejado toda la responsabilidad y cuando quedaban 300 metros he arrancado, era mi distancia, he ido a tope y he podido vencer. Estoy sin palabras, no me lo creo. Ser campeón del mundo era un sueño, llevaba seis medallas, ninguna de oro y al final lo he conseguido. Es una emoción terrible, increíble».J.I.