Joseba ITURRIA
Entrevue
EUGENIO GOIKOETXEA
DIRECTOR DEL CAJA RURAL

«He sido afortunado por estar en un proyecto así catorce años»

El director hernaniarra (1969) trasmite agradecimiento a los responsables del Caja Rural tras comunicarle que dejará el puesto ocupado en los últimos catorce años a pesar de que también a él le ha sorprendido y le apena la decisión. Atiende a GARA desde la lonja de un equipo navarro en el que trabajará hasta el 31 de diciembre y ayudará a los que le sustituyan en todas las facetas que ha desempeñado.

Fue corredor del Kaiku-Gurelesa y director hasta su desaparición en 1999. Dirigió al Ulma Cegasa tres años y en 2005 entró en el Caja Rural amateur para sustituir a Óscar Guerrero, que pasó a ser el director del Kaiku profesional ese año impulsado por los actuales responsables del equipo navarro.

¿Cómo recibe la comunicación de que no seguirá como director?

Con los pasos que daba el equipo lo intuía. Estoy sorprendido porque no hay un motivo claro. Todo lo que me han dado son gracias y parabienes, pero que se van a hacer cambios. No se sabe si para mejor o peor, pero espero que por el bien del equipo sean para bien. La baja se me comunica por la vía correcta, llamándome a un despacho con los responsables de la Caja Rural y el manager. Me comunican que va a haber cambios y que no cuentan conmigo, pero dando la cara.

¿Le apena dejar un equipo en el que llevaba catorce años?

Hemos crecido con el equipo. Era un hombre de casa. El ciclismo es una parte de mi vida, mi hobby y mi trabajo, pero nunca lo he visto como un trabajo. He sido afortunado de vivir de lo que me gusta. No es algo que pensaba hace años. Es una pena no saber por qué, una razón X. Los cambios serán para buscar algo más de agresividad, pero después de catorce años no puedes evitar la pena. Es un cambio de chip, como cuando una persona normal acaba un trabajo.

¿Siente que el cambio puede llegar por el número de victorias de estas dos últimas temporadas?

Ganar para todos es difícil. Los ganadores son los mismos y están en el World Tour, que no solo ganan en su categoría, también en otras para tener un colchón. Si aciertas con un corredor que te dé dos o tres victorias es bonito, pero al final debes buscar protagonismo. Es un equipo que se ha caracterizado por dar oportunidades a los jóvenes. Todos los años han pasado dos o tres aficionados, jóvenes que han ido a otros equipos como Mikel Nieve o Omar Fraile. Esa ha sido la filosofía de Caja Rural hasta hoy. Para mí esta temporada ha sido correcta, con altibajos, momentos buenos y malos. Los triunfos de Alex Aranburu en Getxo y Reís en Portugal han dado calidad y hemos tenido presencia y compensa el inicio sin victorias ni tanta presencia.

Porque con usted se lograron 28 victorias en 2015 y 2016. Al final ganan los corredores buenos…

Es cuando coincide esa remesa de Omar, Pello Bilbao, Hugh Carthy, Luisle, Barbero, Pardilla, Txurruka…, que no había ganado hasta llegar aquí. Se fueron y el equipo no se ha reforzado y a los jóvenes les hace falta tiempo para explotar y la mayoría ni explotan y se quedan en el camino. Cuando empezamos un año nunca te marcas un objetivo, sino buscar el máximo posible. Un año puede ser bueno o malo, pero el siguiente empiezas de cero. Nos pasó cuando ganamos 17 carreras o 11, el año pasado fueron dos y éste cinco. Siempre empiezas de cero, lo mismo que el que pasa a profesionales. Lo de aficionado no vale de nada, hay que empezar a trabajar sin poner ningún techo.

¿Le ha podido perjudicar el sobresaliente año del Euskadi Murias?

Siempre he dicho que cuando salió el proyecto de Murias parecía que éramos contrincantes. Jon Odriozola tenía muy bien trazada la línea de dónde quiere llegar. Cada uno lleva su camino. Su temporada ha sido espectacular, igual que nosotros hemos tenido años muy buenos y otros malos. No me puedo comparar con ellos, ni decir si ha influido. No tiene nada que ver.

¿Y los cambios que obligan a los continentales profesionales a conseguir más resultados y reducen invitaciones a las grandes?

Son pasos que debe dar el equipo. Hasta ahora sabíamos cuáles eran los objetivos. Ser un equipo entrañable, de casa, de pelear. Ha tenido sus momentos de calidad y los ha aprovechado. Ahora el ciclismo es más exigente, lo nostálgico pasa a la historia. Se vive cada vez más de la calidad y hay que apostar por la calidad, gente que te va a dar presencia y los puntos que se exigen para 2020. Harán falta mínimo 20 corredores, se reducen a dos las invitaciones… El ciclismo va a cambiar y el equipo deberá decidir si apuesta para entrar en ese ciclismo moderno.

Porque hasta ahora casi todos los ciclistas cobraban el mínimo y le ha tocado hacer de todo…

Y un corredor de 30.000 euros pasado de aficionados no te da victorias. Muchos en dos o tres años pueden ser buenos corredores o ayudantes, pero si no les pones con buenos líderes pasan desapercibidos y a los que empiezan a destacar antes de que ganen ya los fichan otros. Es un equipo de una estructura limitada. He sido afortunado por tener esta vida social y laboral, a mucha gente le hubiera gustado estar en un proyecto así 14 años. He ido cogiendo funciones porque no hay más gente alrededor y las he hecho con mucho gusto. El equipo ha sido lo que ha sido. He dado opinión, pero sin decidir las plantillas, que dependían de la Caja y de Juanma, el manager. Con la que decidían he intentado sacar la gestión deportiva, lograr el calendario, hablar con organizadores, buscar viajes y alojamientos… Y con un equipo de 21 corredores, cuando no tenemos tanto staff, recurres a gente con favores personales. Es lo que choca ahora. A lo mejor se profesionaliza la estructura y se ponen más funciones a cada uno. El director que venga se va a encontrar con lo que se va a encontrar e intentaré ayudarle.

Se va de manera elegante, sin una mala palabra y dispuesto a ayudar a los que le sustituyan…

La gente sabe que soy muy claro y sincero. Al equipo le doy las gracias por estos catorce años y hasta el 31 de diciembre les ayudaré a ver cómo se puede repartir las funciones que hacía yo, que era más un gestor deportivo que un director. Esto es muy fácil, depende de los corredores. Hay que acabar bien, que nunca se cierran todas las puertas. Ellos están agradecidos a mí y yo a ellos por todo lo vivido.

Y sin problemas con el dopaje…

Tuvimos un chaval, Alberto Gallego, que llegaba de Portugal y ni llegó a debutar porque el positivo se lo comunicaron en la concentración del equipo en enero. La filosofía del equipo ha sido muy clara. Tolerancia 0 con el dopaje. Nos hemos gastado mucho dinero en controles antidopaje internos, aunque no estamos nadie libres de que, por muchos medios, algún corredor te haga una tontería y te pueda arruinar un equipo entero.

¿Y cuál será su futuro?

Ahora quiero ir día a día. Dejar todo organizado y bien cerrado, preparado para el que pueda venir. Si alguien quiere que les eche una mano se vería, pero no voy a empezar a mandar currículum. Hasta diciembre pertenezco al Caja Rural-Seguros RGA y luego se verá. Pero ahora pienso en llevar una vida normal. Una persona del equipo suele decir que está al otro lado de las vallas y que nosotros estamos dentro de ellas y ahora habrá que adaptarse a la vida normal.