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La Vuelta tendrá un tramo de tierra en Andorra


El denominado 'sterrato' (tramo de tierra) es una de las señas de identidad del Giro como lo es el adoquín el norte del Estado francés en el Tour o en las grandes clásicas. Con similar objetivo la Vuelta, que se presenta mañana, introducirá por primera vez una etapa con un tramo de 4 kilómetros de ‘sterrato’.

Esta novedad está situada en el Camí de les Pardines que enlazará el puerto de Engolasters –al que se sube por primera vez y que califican de bastante complicado– y que empalma con el de Cortals d'Encamp, dónde acabará la etapa andorrana de esta Vuelta y que se disputará el 1 de septiembre.

El 'sterrato', ese terreno sin asfaltar que levanta mucha polvareda, se introdujo por primera vez en el Giro de 2005 en la etapa de Colle delle Finestre. Y uno de los responsables de su exportación a la Vuelta es el ex ciclista del Katusha Joaquim 'Purito' Rodríguez, que reside en el Principado desde hace años.

Es un camino de tierra de 4 kilómetros que después se remata con las Cortals d'Encamp. Unos 1.200 metros de desnivel con tres subidas importantes y muy enlazadas. Con vistas al Llac d'Engolasters y a la vall del Madriu Piedrafita Claror. Según los responsables de la Vuelta es un tramo con la anchura suficiente para que pasen los coches y contará con tres puntos con la presencia de mecánicos.

La presentación de la etapa andorrana se produjo ayer, dos días antes que la Vuelta al completo, al objeto de dar mayor relieve a esta novedad.