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LONDRES

Los brexiters fuerzan otra derrota de May para negociar con la UE

Con su abstención, los brexiters lograron infligir una nueva derrota a Theresa May al tumbar una moción del Gobierno con la que intentaba asegurar a la UE que no habrá una salida británica del bloque comunitario sin acuerdo, lo que debilita su posición en sus conversaciones con Bruselas en un intento por enmendar el acuerdo para el Brexit.

Los diputados británicos infligieron ayer un nuevo revés a la primera ministra británica, Theresa May, en una votación simbólica sobre su estrategia para el Brexit, minando su promesa a los líderes europeos de que puede conseguir que el impopular Acuerdo de Retirada sea aprobado si le garantizan concesiones, cuando restan seis semanas para que el Reino Unido se retire de la Unión Europea (UE).

La moción de May, tumbada por 303 votos frente a 258, incorporaba de forma implícita una enmienda ya aprobada en enero, por la cual la Cámara de los Comunes descarta abandonar la UE sin un acuerdo el 29 de marzo. Reiteraba el apoyo al plan para abandonar la UE expresado por la Cámara el 29 de enero y decía tomar nota de que el diálogo entre Londres y Bruselas sobre el mecanismo de salvaguarda para el Norte de Irlanda «está en marcha».

Pero el sector tory más euroescéptico –cerca de 60 diputados– se niega a eliminar la posibilidad de un divorcio sin acuerdo, por lo que decidieron abste- nerse y precipitar la derrota.

El ministro para el Brexit, Stephen Barclay, trató de ganar el respaldo de los críticos al asegurar que el Gobierno ejecutará la ruptura en la fecha prevista aunque para entonces no se haya ratificado un acuerdo.

May también ha rechazado hasta ahora descartar una salida no negociada del bloque, un escenario que los euroescépticos consideran una de las principales bazas británicas en la negociación con Bruselas, ya que podría tener consecuencias negativas para ambas partes.

Otra propuesta

Tras la derrota, el líder de la oposición, Jeremy Corbyn, subrayó que la primera ministra «no puede seguir ignorando al Parlamento o seguir adelante hacia el 29 de marzo sin un plan coherente» e insistió en que debe volver con otra propuesta que le permita lograr un apoyo mayoritario en el Parlamento.

May se comprometió a regresar a la Cámara de los Comunes el 27 de febrero para volver a someter a votación su hoja de ruta si aún no ha logrado redefinir los términos del acuerdo con Bruselas. Los diputados que buscan forzar al Gobierno a que aplace el Brexit dicen que será el momento en que den el paso.

Aunque la votación de ayer no es vinculantes para el Gobierno, evidencia la debilidad de la premier para solicitar cambios en el acuerdo de divorcio por parte de la UE. Empeñada desde hace dos semanas en nuevas discusiones con la UE, tiene dificultades para conseguir una reapertura de las negociaciones. Como los dirigentes europeos se muestran inflexibles, ella admitió el martes que precisa de más tiempo para hallar una salida.

Su primer plan fue rechazado en enero, pero votaciones posteriores sugieren una mayoría si logra deshacerse de la salvaguarda para la frontera en Irlanda, lo que para muchos diputados dejaría a Reino Unido vinculado a las reglas de comercio de la UE y sin un plan de salida. Pero los líderes del bloque se niegan a cambiarla.

La UE, preocupada por la utilización del miedo

La preocupación aumenta en Bruselas ante la dilación británica a 43 días del Brexit. Entre bastidores, los líderes europeos están cada vez más alarmados por la estrategia de Theresa May de apurar el plazo para la salida y «usar la tensión y el miedo» ante un Brexit sin acuerdo para lograr una mayoría en el Parlamento, que ven arriesgada. Los 27 «esperan aún propuestas concretas y realistas de Londres sobre cómo salir del callejón sin salida», dijo Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, quien días atrás generó una polémica al evocar un «lugar especial en el infierno» para quienes impulsaron el Brexit sin un plan concreto de cómo consumarlo. Los líderes europeos, para quienes la división en Reino Unido podrían llevar a un divorcio caótico, evitan inmiscuirse en el debate político británico, pero el temor parece haberles hecho cambiar y algunos sugieren incluso a May que busque el apoyo de la oposición laborista. Michel Barnier cree «interesante» la posición de Jeremy Corbyn, «favorable a una verdadera unión aduanera» con la UE.GARA