Organizadas por la Diputación de Gipuzkoa, Tabakalera alberga esta semana unas jornadas que, teóricamente, se encuadran en la estrategia del actual Gobierno foral «para transformar de raíz la gobernanza», ya que, en palabras de Markel Olano, esta no consiste solo en «escuchar a la sociedad», sino también en «afianzar mecanismos compartidos a la hora de dar respuesta a los retos que nos afectan a todos». El lema del encuentro es «Open minded governance for your future» («Gobernanza de mente abierta para tu futuro»).

Quienes se acercaron a primera hora de la mañana a Tabakalera se encontraron con otras frases destacadas: «Gure nagusien alde. Egogain borrokan» o «4 gutxi da. Suhiltzaile gehiago ya!». Frases que se leían en las pancartas con las que representantes del comité de empresa de la Diputación se plantaron ante la entrada principal para recibir al diputado general y el resto de cargos que debían comparecer en calidad de ponentes.

Con sus eslóganes, el comité de empresa –integrado por LAB, ELA, CCOO y Bazkuna– hacía referencia, por un lado, a «los recortes» que se han llevado a cabo en los últimos años en servicios sociales. En el caso de la residencia de mayores de Eibar, «la situación está yendo a peor», ya que, según explicaron, «van a crear nuevas plazas para residentes, pero pretenden dar el servicio con el mismo personal», lo cual consideran «inaceptable», ya que, «si queremos un servicio público de calidad, necesitamos más personal».

Por otro lado, recordaron que el servicio de Bomberos está bajo mínimos, lo que ha llevado a «tener que cerrar un parque porque no había bomberos suficientes para cubrir las guardias». «Esto es muy grave, pero es que a veces no se cubren las guardias mínimas, ni siquiera cuando hemos estado en alerta naranja. Para poder dar un buen servicio público, como punto de partida, hacen falta al menos 48 bomberos más ya», señalaron. Y ese número de plazas son las que, inciden, recoge el propio plan foral Gipuzkoa Babestu.

La concentración de ayer también tenía como objetivo denunciar la situación a la que se ha llegado en la negociación del convenio del conjunto de la plantilla de la Diputación.

Como indicaron desde el comité de empresa, en enero mantuvieron una reunión ordinaria con la Dirección de Función Pública y en ella se les informó de que «da por cerrada la negociación del convenio colectivo». Los representantes de la plantilla advierten de que el siguiente paso a dar, «de manera unilateral», sería la aprobación del nuevo texto refundido que regulará las condiciones laborales del personal de la Diputación. «Y lo que es más grave: este texto, que empeora algunas de nuestras condiciones laborales, pretende derogar todos los acuerdos que están en vigor en estos momentos», señalaron la pasada semana en un comunicado.

En huelga indefinida

Dentro del edificio en el que se desarrollan estas jornadas, que hoy clausurará Imanol Lasa, diputado de Gobernanza y Comunicación con la Sociedad, también se vive un conflicto laboral que pone en evidencia cuál es el tipo de gestión por el que opta la institución foral.

Ubik es la «biblioteca de creación de Tabakalera», como se recoge en la propia web del «Centro Internacional de Cultura Contemporánea S.A.», que es el nombre completo de esta «sociedad anónima de carácter público», participada por el Gobierno de Lakua, la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Donostia.

Esta sociedad es la que, en las últimas semanas, ha desplegado una campaña de publicidad –en marquesinas, autobuses, andenes...– para remarcar la relevancia de Tabakalera como centro abierto a la ciudadanía. Uno de sus lemas: «Zuk ematen diozu zentzua Tabakalerari. Zatoz!».

Sobre los cristales que cubren esos carteles, han pegado pasquines que recogen estos puntos: «1.000€ baino gutxiagoko soldatak. Azpikontratatuak. Larunbat eta igandetan plusik ez. Oporrak hartzeko arazoak. Estatuko hitzarmena, ez Gipuzkoakoa». Así, la plantilla de Ubik, a quienes se denomina «mediadoras» y «mediadores», resume los motivos por los que está a punto de cumplir 60 días en huelga indefinida.

Esta docena de trabajadores no depende directamente de “Tabakalera SA”, sino de Sedena S.L., que es la contrata que gestiona el servicio de «Mediación» de este centro cultural.