Críticas

La reciente muerte de Daniele Nardi y Tom Bollard en el Nanga Parbat, además de otras controversias, ha sacado a la luz mediática a la madre de Tom Bollard, la británica Alison Hargreaves, una de las alpinistas más controvertidas y singulares de los años 80, muerta en 1995 junto a otros cinco montañeros descendiendo de la cumbre del K2 en medio de la tormenta. El sitio web montagna.tv hace un recordatorio semblanza de Alison, quien después de escalar en solitario la norte del Eiger embarazada de seis meses de Tom y ante las críticas recibidas por ello, declaró: «Estoy embarazada, no enferma». Hija de familia acomodada y encaminada a ingresar en Oxford, con 18 años, dejó estudios y familia y se fue a vivir con James Ballard, 16 años mayor que ella, abandono nunca digerido por sus padres. En 1993 en un viaje con su familia escaló seis de las clásicas caras norte de los Alpes. Navegando entre estre- checes económicas y las críticas recibidas «por ser mala madre» y por «su egoísmo» «abandonando» a sus dos hijos pequeños, fue la primera británica en ascender el Everest sin oxígeno y en total autonomía, llevando a cuestas todo su equipo y montando sus campamentos. Posteriormente ese mismo año desapareció en el K2. Ni incluso después se detuvieron las críticas, acusándola de haber arrastrado a los otros seis fallecidos en el intento de cumbre. Para Tom fue, al parecer, alguien que le inspiró en su trayectoria vital, aunque desgraciadamente con el mismo trágico final.