El arte y la literatura se acercan

Un mar de olas de papel enmarcado por las cubiertas y el lomo azul de un libro puede sintetizar el contacto, la relación entre el arte y la literatura. La artista cubana Glenda León despliega el libro “La otra orilla” de Julio Cortázar y dispone sus hojas en varias capas onduladas, que nos remiten indudablemente a la imagen del mar, la literatura de esta manera se materializa, se convierte en una posibilidad expositiva.

La Alhóngi de Bilbo, hasta el 22 de setiembre, presenta una exposición bajo el sugerente título de “Nunca real, siempre verdadero”, frase escrita por el poeta Antonin Artaud en un dibujo y que constituye una declaración de lo que pretenden ser el arte y la literatura. En esta época de la posverdad, en la que los hechos objetivos tienen menos influencia que las apelaciones a las creencias personales y las emociones, se reflexiona sobre la verdad y lo real. Estamos sobresaturados de realidades que cada día nos abruman en los medios de comunicación, la política, las redes, pero estamos bastante faltos de verdades, esta es la idea que a través del arte y la literatura busca esta muestra.

Con certeza, los artistas de esta exposición de manera natural han atravesado los dos ámbitos durante mucho tiempo, como dice el comisario Ivan de la Nuez, ensayista y crítico que ha investigado estos temas durante 25 años. Se ha encargado, a su vez, de conectar los discursos diferentes que conforman este encuentro de creadores para dejar al descubierto la simbiosis entre arte y literatura.

La fotógrafa Cristina de Middel navega con comodidad entre el documental y la ficción, en esta ocasión presenta “Party” –imagen que acompaña a este artículo–, una serie de fotografías tomadas en China acompañadas de fragmentos de texto del “Libro rojo” de Mao (el segundo libro más impreso del mundo, solo superado por la Biblia) tachados convenientemente para desvirtuar el mensaje original, actualizándolo a la sociedad china contemporánea. Del party a la party. Del Partido comunista a la fiesta capitalcomunista. Evolución, contraste, crítica e ingenio y hasta un punto de humor destilan las composiciones, que nos interpelan sobre la interpretación del comunismo hoy en día en China. Traducen la política a la fotografía. Imágenes potentes, moldeadas tanto por el texto que se lee como por el que se intuye.

En la última sala, unas fotografías en blanco y negro de gran tamaño sorprenden por su abstracción, no se identifica ninguna imagen figurativa, únicamente podemos ver la propia naturaleza del material empleado. Ese es el objetivo de su autor, Joan Fontcuberta, uno de los artistas visuales más importante en la fotografía española, reconocido por sus trabajos de creación y por su labor de crítico, docente, comisario e historiador de la fotografía. En “Blow up blow up” ha ampliado tanto la imagen de un fotograma de la película del mismo nombre, que a pesar de ser un momento relevante en la película, pierde todo su sentido, deja de ser descifrable porque la ampliación ha rebasado el límite de comprensibilidad. Quizá ocurre lo mismo en otros ámbitos de la vida, el exceso de información nos puede hacer perder el foco, diariamente hay que luchar contra viento y marea para salir indemne de la incesante lluvia de imágenes.

Realidad, ilusión, ficción, credulidad, documento, experiencia, imagen, representación, verdad, falsedad, todos estos conceptos se plantean en las obras de los artistas que además de los ya mencionados figuran los siguientes: Kart Caviezel, Gonzalo Elvira, Oier Etxeberria, Kiko Faxas, Verónica Gerber Bicecci, Alicia Kopf, Valerie Mréjen, Guillem Nadal y Xavier Salaberria. Sin duda, merece la pena la reflexión porque se está desdibujando la frontera entre la verdad y la mentira.

La Alhóndiga quiere ser un lugar de reflexión, una experiencia visual y una experiencia testual, un espacio para experimentar la cultura contemporánea desde lo cotidiano en palabras de su director Fernando Pérez y lo consigue. Así mismo, conecta esta exposición con el Festival internacional de las letras Gutun zuria, festival de literatura expandida hacia la creación y difusión de nuevos lenguajes, que se celebrará del 2 al 6 de abril en el mismo equipamiento cultural. La mixtura del arte y la literatura queda patente, será inevitable, por tanto, viajar a nuevos puertos.