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DE REOJO

Liderazgo


Camino de Tutera para hacer una función de teatro, Jorge Javier Vázquez fue a un hospital por unas molestias y acabo siendo, por lo comunicado, un ictus. Dado de alta, con el alta hospitalaria, todavía no se ha reincorporado a su amplísima actividad en varios programas de Telecinco que llevan, o llevaban, su impronta. Programas que son analizados con lupa por los analistas y por los directivos del canal, para ver la auténtica trascendencia de su ausencia. Una ausencia que algunos consideran que puede ser definitiva, no tanto por conocer la situación médica de J. J. Vázquez, cuanto por la intuición de que aprovechará la ocasión para irse retirando de tanta exposición pública.

En los primeros días se daban noticias de su ingreso en un hospital navarro, hasta que se descubrió que nunca había salido de Madrid, donde ingresó en el hospital. Es decir, hasta en estos asuntos tan sencillos, se usa un sistema nada fiable de comunicar lo que no debía ser tan difícil comprobar con unas llamadas telefónicas a los propios hospitales. Y nada más ser dado de alta apareció en un programa del canal para dejar claro que su estado no era tan grave como se había dicho en numerosos rumores. Todo se debe mantener en cuarentena, por si acaso.

Lo que sí se ve es que algunos de los programas que presentaba, con sus sustitutos, han sufrido un descenso de audiencia y ahí viene la gran duda, la gran expectación que se está viviendo esta baja, porque el liderazgo no siempre es por los formatos, sino que existen liderazgos que aportan algo más, que provocan una respuesta diferente. Para bien casi siempre, pero también para mal, cuando ya se abusa de su constante presencia. Hay que esperar unas semanas, pero una retirada obligada de larga duración produciría un cambio de estrategia considerable. Acapara demasiadas horas de pantalla.