La señora que huyó de sí misma

El Gobierno ha aprovechado su última semana para repoblar España y para ello ha redactado dos planes llamativos: aumentar las redes de internet en los pueblecitos donde ya no hay más que un puñado de ancianitos que viven prácticamente en la taberna residual y cubrir las zonas vacías con instalaciones militares. Se espera un éxito. Pero yo imagino que si hay guerra lo primero que bombardeará el enemigo serán las zonas militares, que quedarán doblemente desérticas. A no ser que el personal militar residente en Madrid sea trasladado a la zona cubierta de cascotes para volver a poblarla, con lo que se recreará el blanco.

Por otra parte, si sigue la emigración hacia las grandes ciudades tendrá el Gobierno que declarar zona de follaje protegido a los pueblecitos muertos, lo que requiere unas duras conversaciones con la Iglesia y una exigente aportación de créditos públicos a las empresas de preservativos, porque puede darse más consumo, ya que la gente no se mete en política.

El segundo plan de repoblación parece más sólido. Ha sido elaborado por la señora Laura Leal, como comisionada de la iniciativa. Lo que ocurre es que la señora Leal ha regresado a Madrid para ver si la eligen concejala en las elecciones municipales y deja de dar brincos por el futuro campo de guerra.