28 MAI 2019 Elecciones Chivite pide «paciencia» y mantiene su idea de «gobierno progresista» Se abren las negociaciones para formar gobierno en Nafarroa y parece que la línea roja del PSN se ha movido un poco. De partida, no descarta una eventual investidura con los votos de EH Bildu. Javier Esparza tampoco renuncia a aspirar a la presidencia, tacha a Chivite de esconder pactos y subraya que Nafarroa no quiere más experimentos. Dernière mise à jour : 28 MAI 2019 - 06:38h Aritz INTXUSTA IRUÑea Los medios estaban llamados ayer a sacar una foto de la reunión de la Ejecutiva del PSN a las cinco de la tarde. María Chivite, la mujer a quien todos miran pues tiene en su mano tejer los pactos que la conviertan en presidenta de Nafarroa, atendió a los micros a pie de calle antes de la reunión. No tira la toalla, pero da largas. «Paciencia, prudencia, vamos a ver cómo queda primero el escenario». «Nosotros seguimos manteniendo, en coherencia con lo que hemos defendido en la campaña electoral, que queremos formar gobiernos progresistas. Miraremos cada uno de los municipios», explicó Chivite. Poco después, el partido escenificó su entrada a la Ejecutiva entre aplausos. No hubo, sin embargo, gritos de «¡Presidenta, presidenta!». Sí alegría real. Esto no significa que Chivite se haya echado atrás. Más parecen cautelas que dudas. Un periodista lanzó la pregunta clave y le cuestionó a ver si está dispuesta a aceptar una investidura que requiera de la abstención de EH Bildu. Ese ha sido siempre el Rubicón del PSN. «Yo no estoy decidiendo qué va a hacer Bildu. Es su decisión, como no puedo decidir qué hará Navarra Suma. También es su decisión», zanjó la secretaria del PSN. Chivite concretó la línea roja en que no puede haber acuerdos de gobierno con EH Bildu. Pero da a entender que esta abstención no constituye línea roja. Al menos, no lo constituía ayer. El juego acaba de empezar. Los dos escaños que están bailando a falta del último recuento, que será mañana, sirven de excusa para retrasar posicionamientos más claros hasta finales de semana. El movimiento de escaños más relevante sería que I-E perdiera su escaño, cosa que eliminaría un interlocutor para negociar. Aparte de eso, EH Bildu podría perder el octavo parlamentario. El beneficiado en ambos escenarios sería Navarra Suma, que subiría a 21, aunque tamién insuficientes. Hay tres meses de plazo para investir presidente y el tiempo se apurará. Pedro Sánchez sigue en funciones desde abril y aún no ha revalidado nombramiento. Este puede ser un hito a tener en cuenta. Aunque, de momento, la fecha fundamental es el 15 de junio, el día en el que se tienen que elegir alcaldes. Las mesas y negociaciones se abren a partir de ahora. De momento, oficialmente solo ha habido una llamada entre Chivite y Esparza. Hablaron ayer por la mañana. La misma noche electoral, Esparza llamó a Chivite, pero esta no le cogió. «Por la juerga», se excusó ayer la secretaria general del PSN. Las versiones de ambos coinciden en que no fructificó, pero no siempre se dice en público lo mismo que en privado. No ha habido conversación entre Chivite y Barkos. Esparza exhibe firmeza Estas cautelas de la secretaria general del PSN trató de aprovecharlas el candidato de Navarra Suma para marcar el terreno de juego. «Solo hay dos posibilidades: o gobierna Navarra Suma o el PSN hace un acuerdo con EH Bildu. EH Bildu no da su abstención gratis», lanzó como mensaje principal Esparza. No adelantó con rotundidad que fuera a presentarse a una investidura. Solo en la ronda de preguntas admitió que «lo lógico» es que sí lo haga, pues fue el candidato más votado. El de Navarra Suma prefiere ir por partes. Dice que su triunfo se ve apuntalado por la recuperación de los ayuntamientos de Iruñea y Tutera, y otros de la comarca, como Eguesibar. Aun así, se apuntó para sí algunos ayuntamientos donde probablemente no acabará gobernando, como es el caso de Tafalla. Esparza quiere sentarse ya para hablar de ello con la candidata del PSN. No depende todo únicamente de las negociaciones locales. Preguntado por cómo afecta el escenario estatal al entendimiento entre Navarra Suma y el PSN, Esparza respondió a un periodista: «Influyen muchas cosas, fíjese que las competencias de Tráfico en Navarra las está negociado Aitor Esteban [PNV]». EH Bildu, por su parte, también fija postura en este arranque de la negociación. Recuerda que el bloque mayoritario del Parlamento sigue siendo el del cuatripartito y que analizarán de forma conjunta la nueva situación política. Defiende que la hoja de ruta a cuatro para una Navarra diferente está viva y hay que continuar avanzando. LA SOLEDAD Esparza dice que «liderará personalmente» un proceso de búsqueda de apoyos. Pero tendrá que buscarlos fuera del Parlamento. El único partido con el que puede pactar es el PSN. Las relaciones con Podemos, Geroa Bai o EH Bildu son nulas. HOMBRE EN FERRAZ Santos Cerdán, uno de los hombres más cercanos a Pedro Sánchez, no estuvo ayer en la reunión del PSN. No es miembro de la Ejecutiva territorial. Su apoyo a explorar una vía distinta a la que ha llevado el partido en estos años se revela como trascendente. UNIÓN A CUATRO Bakartxo Ruiz defiende que la unidad de acción del cuatripartito no se ha roto. Adelantó una reunión para analizar la nueva situación y buscar un entendimiento perdurable.